Un mundial de fútbol sirve para elegir cada cuatro años al país que, en teoría, mejor juega al fútbol. Y digo en teoría porque en el fútbol, como en todos los deportes, el factor suerte es un árbitro más y a veces influye considerablemente en los resultados de los partidos. Si se repitiera el mundial ahora, el resultado podría ser otro. Pero demos por convincentes las consecuciones de los títulos de campeones del mundo de todos los mundiales celebrados. Al fin y al cabo existen cuatro selecciones que siempre son favoritas porque ya tienen más de un mundial ganado: Alemania, Brasil, Argentina e Italia.

Un mundial de fútbol también sirve para abstraer a medio mundo de sus problemas cotidianos y tenerlo muy pendiente de la tele plasma. El otro medio mundo tiene problemas muy serios en los que abstraerse, o simplemente, no tiene tele plasma.

Por otro lado, un mundial sirve para que el país ganador saque pecho y durante dos o tres días embauque a sus ciudadanos en unas absurdas celebraciones que consisten en el recorrido de jugadores y técnicos por la capital del país en un autobús descapotable, quienes hacen los mismos gestos y bailes, y dicen las mismas ocurrencias y frases una y otra vez. Cuando España fue campeona tuvimos tiempo de hartarnos de ver por televisión la celebración del título. Muchos pensamos que ese exceso de autocomplacencia repetida venía a ser algo ridículo. Los españoles a veces somos muy críticos con nuestra forma de comportarnos. "Sólo en España ocurren estas cosas", decimos para reprobarnos.

Pero hete aquí que este año ganan los alemanes, y nos imitan. Paseo glorioso de jugadores y técnicos en autobús por las calles de Berlín para ser aclamados por la multitud, presentación a sus compatriotas de la copa desde un estrado montado junto a la Puerta de Brandeburgo. Chistes, saltos, vino espumoso, risas, abrazos, todo a granel. Y de paso, improcedente mofa a Argentina encorvándose para imitar el caminar de los gauchos. Burla del vencedor al vencido que incluso a algunos alemanes no ha gustado nada. También en Alemania "ocurren estas cosas".