La empresa cacereña Prinsa ha presentado un proyecto para hacer una pista de verano en los terrenos que ocupa la antigua piscina de La Cañada, una zona en expansión urbanística y elegida por muchos vecinos precisamente por su tranquilidad y cercanía al campo. La intención de Prinsa no es la de hacer una discoteca sino una pista de verano con música ambiental y así lo pusieron de manifiesto en la reunión que ayer mantuvieron los promotores con la asociación de vecinos. En el encuentro prometieron realizar todas las mediciones de ruido necesarias para evitar molestias. Pero además anunciaron su intención de invertir nueve millones de euros para construir un centro de ocio si el ayuntamiento da el visto bueno al desarrollo urbanístico de la zona.

El consistorio ha dejado sobre la mesa el proyecto a la espera de recibir de la empresa la documentación que acredite que habrá medidas correctoras de ruido. Es lógico el celo del gobierno para garantizar que la pista reúna todas las bendiciones y evitar polémicas pasadas. Pero el ayuntamiento debe emplearse a fondo y compatibilizar el cumplimiento de la ley, el derecho al ocio, al descanso de los vecinos y no dejar escapar una inversión muy importante para la ciudad.