TDtesde hace tiempo los ciudadanos de la Comunidad Europea pueden participar en las elecciones municipales españolas.

Ahora se ha aprobado, o está a punto, la posibilidad de que también puedan hacerlo otros cuyo país tenga acuerdo de reciprocidad con el nuestro.

Dicho así resulta bonito y lógico. Por qué no van a poder elegir o presentarse a alcalde o concejal aquellos vecinos que, aunque no sean españoles, tienen las mismas necesidades y problemas que nosotros y que, además, pagan aquí sus impuestos. Me pregunto si todos estamos preparados para eso. Pongamos el caso de Badajoz.

¿Qué pasaría si se presentase a alcalde un extranjero residente? ¿Provocaría el rechazo sólo por no haber nacido en esta ciudad? ¿Lo admitirían los partidos? Piénsenlo. ¿Cuántas veces alguien emite una opinión, aun siendo español, y por no ser oriundo se le descalifica con el consabido no es de aquí ? De eso podría contar yo mucho. Si estamos dispuestos a abrirnos al exterior, en general; a Europa, en particular, y a España, en concreto, habrá que empezar a olvidarse de atavismo y cazurrerías. No les parece. No somos tan abiertos como nos creemos y a veces se escuchan cosas de señores de aquí, normales y hasta de apariencia seria, que si las dijera un nacionalista periférico provocaría tempestades.

Cualquier vecino que pague sus impuestos y cumpla los requisitos podría presentarse a alcalde de Badajoz. Encuadrado en un partido o independiente. No se puede estar esperando los fondos europeos y negándose al tiempo a abrir esas puertas. No digo que eso solucionara más problemas. A ver quien era el guapo en decirle a un candidato que se ajustase a lo establecido, sin que se le cayera la cara de vergüenza: ¡usted no es de aquí y no puede presentarse!

Yo no he nacido en esta ciudad, como es sabido, pero tampoco pienso optar a nada. Me faltan dos requisitos que algún día les contaré.

*Arqueólogo