Escritor

Leyendo a doña Cristina Teniente, uno se pone en la piel de su amante y se echa a temblar. Además pasa que estos del PP ven la paja en el ojo ajeno y no ven una viga en el suyo, como es el caso del supuesto viaje de Rodríguez Ibarra a ver a Maragall (?), que dice que nos cuesta 500.000 pesetas, no sabemos por qué; pero no le echa a Aznar la cuenta de lo que nos está costando los viajes de éste a ver a Bush, y no te cuento lo que nos está costando la guerra en Irak, donde cualquiera cifra es veinte veces superior a las que da de Extremadura, incluido el raquítico déficit de la economía extremeña, que la señora Teniente tan exhaustiva no nos dice que es el menor de todas las autonomías españolas, que ni te cuento lo que sería compararla con la valenciana. Yo comprendo que están a la caza de ranas con martillo, y la verdad que así se cazan pocas, pero la que entalla, la despanzurra. Yo creo que debiera la señora Teniente empezar por contarnos lo que nos van a costar los liberados de la Asamblea y no dejar esta minucia atrás. Por eso digo que no le arriendo la ganancia al amante de esta señora por la vía legal o simplemente amatoria.

Todo esto desemboca en un caos, que llegadas estas fiestas de las elecciones generales se dispara desde todos los ángulos, unas veces con balas de fogueo y otras simplemente a dar, como esa noticia que el señor Rato nos diga que la riqueza de las familias se haya duplicado desde 1996, y después nos llegue la señora Teniente diciendo todo lo contrario. O Extremadura no pinta nada para los cuadros del señor Rato, y todo eso enfrentado, a esa otra noticia que el 60% de las familias españolas no les llega esa riqueza para terminar el mes nuestro de cada día.

Así pasa, que pasa, de lo que se queja la señora Teniente, que ya no sabemos dónde está la verdad, y ella lejos de ayudar, coadyuva a que no lo sepamos.