Posiblemente la causa de lo parecido a un boicot casi ensañamiento de todos los gobiernos de Madrid a Extremadura, similar a un matón de barrio que abusa de los débiles y cede con los fuertes, sería al comprobar la pasividad y conformismo del mandatario extremeño en la competición de las autonomías, para conseguir beneficios incluso prebendas del Estado, que salieron beneficiados los más luchadores, díscolos y conflictivos.

Empezaron con importantes inversiones en las comunidades que se hicieron notar, y mermaron con todo descaro el desarrollo extremeño suprimiendo trenes sin encontrar resistencia, que supuso vía libre para poco a poco condenar esta región a la caótica situación actual, pocos y viejos con contantes averías despreciados hace años por otras líneas, que circulan por vías montadas dos siglos atrás. Una verdadera vergüenza para cualquier país que se considere civilizado.

Sería hora que la sociedad extremeña se preguntara el porqué todos los gobiernos de España se vuelven de espaldas, ignoran o desprecian esta región, la primera en riqueza autóctona, sus hijos de gran capacidad laboral e intelectual endurecidos por su constante lucha contracorriente, demostrado por los muchos cientos de miles de compatriotas repartidos por todo el mundo. Vale la pena pensar para ponerle remedio, el sufrido pueblo extremeño merece mejor suerte.