WJwudith Miller , periodista de The New York Times, estará cuatro meses en prisión por mantener el secreto profesional ante el juez. Se le exige que desvele quién le informó de la identidad de una espía de la CIA. Un colega suyo de la revista Time, Matthew Cooper , accedió a revelar su fuente de información, con el beneplácito de la publicación, y se ha librado de la cárcel. Ambos están involucrados en una investigación judicial para aclarar quién y con qué intención sacó a la luz que Valerie Palme era una agente. En EEUU, eso es un delito federal que se castiga con 10 años de cárcel.

El encarcelamiento de Miller ha causado conmoción en la prensa norteamericana, que lucha para que las leyes federales --las de muchos estados ya lo hacen-- protejan mejor a los periodistas. Como mantiene Miller, el secreto profesional es una norma deontológica fundamental para asegurar la credibilidad cuando se transmite una información verídica y contrastada. Al negarse a revelar sus fuentes, lo único que Miller hace es ejercer su oficio con decencia y defender la libertad de prensa. La presión judicial a la que se la somete es inaceptable en una sociedad como la norteamericana, que presume de valores democráticos.