WLwa entrada en vigor del carnet de conducir por puntos ha tenido efectos beneficiosos en su principal objetivo de evitar muertes en la carretera, según las estadísticas de mortalidad tras sus primeros días de aplicación. Pero también se han puesto en evidencia las principales lagunas de la nueva norma, de manera especial que la mayoría de las ciudades no han acoplado sus sistemas informáticos con la DGT para aplicar el descuento de puntos a los infractores, a pesar de que, en el caso de las ciudades extremeñas, habían asegurado que no habría problemas en este sentido. La realidad es que solo Barcelona y Madrid lo está haciendo. Es una anomalía grave. Discrimina en la aplicación de la ley según el municipio por donde se circule. Y muestra la muy endeble conexión informática entre las administraciones local y central en un aspecto tan sensible como es compartir la información sobre los malos conductores. El Ministerio del Interior devuelve la responsabilidad a los municipios, con el argumento de que si no se han conectado a la red estatal es porque no se lo han propuesto. Los tres meses de plazo que se han dado las dos administraciones para coordinarse son una concesión razonable. Si tarda más, será un fracaso inadmisible.