Las infraestructuras viarias han centrado el debate político cacereño en plena Semana Santa. Parece que los cambios surgidos a raíz del 14-M han destapado la caja de los truenos entre el gobierno local y autonómico en lo que a la autovía Cáceres-Badajoz se refiere. Lejos del análisis sobre la idoneidad o no de estas obras, sobre su necesidad o no, resulta llamativo cómo hay quienes han cambiado el tono de su discurso en lo referente a las obras que dependen exclusivamente del Gobierno central. Parece que la oposición no sólo debe ejercerse desde el escaño del Parlamento. Hay quienes esperan zanjar sus cuitas, aunque sea desde el sillón de la concejalía.

Y la consejera María Antonia Trujillo presentó el que será su mejor legado antes de marcharse al Ministerio de la Vivienda en el futuro equipo de José Luis Rodríguez Zapatero. El plan de viviendas para los próximos cuatro años ayudará a que más de 30.000 familias extremeñas puedan acceder a una vivienda. La idea es que el coste de las casas para los extremeños no supere el 30% del sueldo del comprador. Un alivio para un problema que, en muchas ocasiones, resulta sangrante para los bolsillos de los ciudadanos.