Señora ministra:

La enfermería española pasa por un mal momento y usted lo sabe.

Somos un colectivo abnegado con espíritu de sacrificio; columna vertebral de la Sanidad española. Cuidamos de que las personas sanas no enfermen, y de que las enfermas recuperen lo antes posible la salud. Estamos en hospitales, centros de salud, emergencias, cárceles, piscinas municipales, colegios, empresas y centros de mayores.

Sufrimos turnos de guardias, rotatorios, turnos de noche, y por supuesto días festivos. Nuestra vida familiar se resiente.

Sin embargo, nunca nos hemos puesto en huelga para defender nuestros derechos. Sabemos que de nuestro trabajo pende la vida y el bienestar de las personas y eso no es moneda de cambio. Lo sabemos.

Pues bien, ¿cómo nos paga usted, señora ministra?

En primer lugar, permitiendo que se nos insulte con pantomimas de carácter sexista por parte de una empresa de medicina estética, que nos presenta como señoras complacientes con minifalda y estetoscopio de juguete; impidiendo que se desarrolle un decreto de especialidades de enfermería, ya aprobado, pero que su ministerio parece muy empecinado en paralizar; impidiendo que los enfermeros/as estemos capacitados para prescribir ciertos medicamentos, inocuos y de uso muy común, que sin embargo sí pueden comprarse por Internet, alegando falta de preparación (en nuestro currículum universitario tenemos sólo un 10% de horas menos de farmacología que un médico, y más que un veterinario); Que día a día se nos estén quitando funciones, en beneficio de otros profesionales de formación no universitaria, con peor preparación, pero más baratos para la Administración; Por último, y lo más grave y reciente, que ha estado jugando con el destino y las ilusiones de un gran porcentaje de enfermeros/as, interinos durante años, creando un proceso extraordinario de consolidación de empleo, que se ha dilatado durante ¡casi cinco años!, que se ha hecho de la peor manera posible (iniciando convocatoria en pleno mes de julio y agosto, dos años consecutivos) y que a fecha de hoy, ha dejado sin plaza adjudicada a, al menos, cinco mil interinos que han superado la selección.

Y mientras tanto, la Sanidad española carece de enfermeros/as suficientes para dar atención sanitaria de calidad.

Antonio Ruíz Camacho **

Mérida