LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Aquí no te escuchan, pero sí te reprimen

Laura López // Psicóloga

Me preocupa el rumbo que la represión está tomando en la actualidad. Se está ejerciendo una política de terror donde hay que medir las palabras, con castigos insólitos y desmedidos a los hechos. Vemos la impunidad hacia determinados delitos, donde asaltan las arcas del Estado, o se enriquecen a costa de dejar a la gente en la calle, sin posibilidad de futuro, humillados por un país donde ni siquiera te escuchan pero sí te reprimen fuertemente. Estamos en una sociedad perversa. Hay chistes de mal gusto, pero hablar no es hacer. ¿Vamos a grabar con el móvil y denunciar ante la justicia cada vez que alguien diga un chiste macabro para que lo metan en la cárcel? No se trata de estar o no de acuerdo con el chiste, pero no es la manera de transformar la ideología. En épocas de represión los chistes tienen una producción máxima porque hablan de una agresividad contenida. ¿Alguien se ha preguntado qué querría expresarse realmente con el chiste? ¿Tal vez una denuncia a la dictadura de la que aún hay vestigios? Me preocupa el miedo generado a mi alrededor. La ideología se transforma a través del diálogo, de la escritura. ¿Hasta dónde la libertad de expresión? Ahora tengo miedo de publicar esta carta.

NOTICIAS POSITIVAS

Pasan cosas buenas

Dolores Puerto // Funcionaria

Hay noticias que son de agradecer, ya sean locales, nacionales o internacionales, y me gustaría mencionar algunas aparecidas en los últimos días. Por ejemplo, la del pastor evangelista que ha encontrado un diamante -de los más grandes del mundo- en Sierra Leona, y lo ha entregado al Gobierno para que haga un buen uso de el, en favor de los que lo necesitan. También destaca el encuentro del papa Francisco con 80.000 adolescentes en Milán, a quienes les hizo prometer que no harían bullying a sus compañeros o amigos. Otra buena nueva es la donación de 320 millones de euros que ha hecho Amancio Ortega a la sanidad pública para la investigación.