Bebidas azucaradas

Alternativas al impuesto

Ana Lacal // Estudiante

Que suba el coste de las bebidas alcohólicas o del tabaco lo encuentro correcto, ya que así la gente se mentalizaría y consumiría menos. Pero lo que no veo tan bien y me parece injusto es que se suba el precio a las bebidas azucaradas con la excusa de los motivos de salud. Es cierto que el consumo excesivo de bebidas azucaradas no es saludable, pero hay muchos productos alimenticios más nocivos que el azúcar. Por ejemplo, el aceite de palma. ¿Por qué no suben el precio de los alimentos que contienen este producto o glutamato sódico? Una bebida azucarada es opcional. Aunque se hagan campañas para concienciar a la gente de los problemas que ocasiona un consumo excesivo, la gente la seguirá consumiendo. También compramos galletas, pasta, salsas... sin saber que llevan aceite de palma, ya sea porque no leemos la etiqueta o porque en esta se indica «aceite vegetal». Sería muy importante que el etiquetado de los productos fuera más comprensible y en él apareciese toda la información del producto. Si los criterios para subir el precio de estas bebidas fueran sanitarios, a mi me parece que hay productos más malos que el azúcar.. ¿Por qué las empresas no rebajan los niveles de azúcar en los productos porque son perjudiciales para nuestra salud? Sería más conveniente hacer campañas de concienciación sobre los hábitos de alimentación saludables.

SÍMBOLOS RELIGIOSOS

Mi gorra sí; su pañuelo no

Sandra Catalán // Técnica audiovisual

Me gustaría empezar planteando una pregunta: ¿Qué diferencia hay entre el kipá, la toca de una monja o el hiyab? Todas son vestimentas religiosas, símbolos necesarios para identificarlas y, por lo tanto, las personas que profesan esa fe ven necesario llevarlas. Entonces, ¿por qué discriminamos o prohibimos algunas de ellas? El hiyab o velo islámico lo vemos cada día en la calle y es un tema de actualidad social dentro de las aulas y en lugares públicos. Cada religión tiene sus símbolos. Hasta hace unos años no nos preocupaban debido a que no existía tanta globalización y no veíamos cercano el uso de él en nuestra sociedad, pero este momento ha llegado y la primera reacción es intentar prohibirlo o mostrar miedo a lo desconocido. Esto se arreglaría conociendo la cultura y lo que hay detrás de cada una en cada caso, ya que la decisión de incorporarlo al atuendo suele tomarse de forma libre. Pero la mayoría de la gente prefiere encerrarse en su miedo y estar en contra, simplemente por el hecho de ser diferente o pertenecer a una religión que no es la suya. Este miedo nos afecta y nos hace incapaces de ver que es simplemente un elemento de su religión, que no va en contra de la nuestra ni de quien lo lleva. ¿Qué diferencia hay con respecto a otros complementos que usamos como gorras, turbantes, sombreros...? Simplemente, que unos se usan por gusto propio o por moda y otros, por creencia religiosa.