DEFENSA DEL CURA

Contentos con el párroco de Capilla

José Antonio Gil Tejero y dos firmas más // Capilla (Badajoz)

Hace unos días se publicó una noticia llena de mentiras y calumnias acerca de nuestro párroco Francisco, el cual lleva ya más de doce años al frente de nuestra parroquia, Santiago el Mayor, de Capilla, con el que estamos muy contentos y agradecidos por su labor pastoral a lo largo de todos estos años.

En este periódico se le avisa de tener enfrentamientos con los vecinos. Nosotros damos fe de que dichos enfrentamientos comienzan cuando la actual alcaldesa comienza a atacarlo de manera desmesurada porque denunció en una misa la agresión desorbitada que le causaron dicha alcaldesa y una hermana de ella a un persona del pueblo, por el simple motivo, según ellas, de que se había colado en el médico.

Esta persona las denunció, fueron a juicio y salieron condenadas a pagarle una indemnización. Desde entonces comienza una guerra contra nuestro pueblo.

La acusación de predicar política en las misas es totalmente falso, ya que ella no ha asistido a misa nunca; por lo tanto, no conoce a nuestro párroco.

En cuanto a la acusación de que tiene el pueblo dividido es otra calumnia, ya que en sus diez primeros años han estado dos alcaldes al frente del ayuntamiento siendo él de párroco y nunca hubo problemas.

La división la crea ella en el pueblo desde que comienza a meterse en política, es decir, desde que es concejal.

Otro tema es que falleció un vecino y la familia, animada por la alcaldesa, no quiso que el párroco oficiará el funeral, sino que viniera otro sacerdote.

La alcaldesa hizo varias llamadas impertinentes y desafortunadas al arzobispado, molestando e incordiando, en primer lugar, al señor Arzobispo y a sus vicarios, los cuales, una vez consultado con nuestro párroco, tomaron la decisión más lógica y correcta, que fue la de que si no querían que oficiara el funeral nuestro párroco, no podía ser enterrado en nuestro pueblo.

Esto ha sido la gota que ha colmado el vaso de tantas calumnias y mentiras que vierte sobre nuestro párroco.

En nuestro pueblo nunca hubo problemas de convivencia entre los vecinos y muchos menos con los sacerdotes, que nos han asistido espiritualmente, y, con nuestro párroco actual siempre hemos tenido una relación fraternal y cercana.

Estamos hartos y cansado de que esta alcaldesa y las cuatro o cinco que la apoyan, metan tanta cizaña en nuestro pueblo, que siempre se respiró paz y fraternidad, y ahora gracias a ella es un pueblo dividido, con multitud de rencillas y familias de sangre totalmente enfrentados.

Por último, le acusa de que no deja celebrar ningún actividad en el interior de la Iglesia, lo cual es otra calumnia porque en nuestra parroquia celebramos todos los actos religiosos que haya que celebrarse. Si ella a lo que se refiere es a que cuando viene algún grupo a visitar el castillo que tenemos y ella quiere quedar muy bien con las personas, para después llevárselas a su bar y hacer negocio, eso es otra cosa.