MUERTE DIGNA

Eutanasia

Miguel Fernández-Palacios Gordon // Madrid

A raíz de la propuesta del PSOE para tramitar una ley garantista de eutanasia que no alargue la agonía cuando no existe perspectiva de cura, Rafael Hernando, portavoz del PP y único grupo que la rechaza, sostiene indignado que «se podrá matar a la gente en virtud de determinadas situaciones». Vaya, parece que los populares en la oposición progresan en sensibilidad, porque cuando recortaron en Sanidad y Dependencia no tuvieron en cuenta a los más de 840 pacientes que murieron por sus políticas, o los más de 4.000 enfermos de hepatitis C que fallecieron por no facilitarles a tiempo fármacos de última generación.

Y, como el capitalismo hurta a una parte de la sociedad la posibilidad de una vida digna, qué menos que permita escoger una muerte digna cuando el sufrimiento convierte la vida en continua y dolorosa mortificación.

DISPUTA EN EL PP

ZP hunde a Soraya

María Faes // Madrid

Soraya ha tenido la mala suerte de que le apadrine para dirigir el PP nada menos que un cenizo como Zapatero. Sí, el mismo que, quizá por parecerse a su desastrosa historia, apadrinó en su propio partido a una Susana Díaz que, de presidir hoy España, nos dejaría como a la desdichada Andalucía. Más aún, contra el consenso prácticamente mundial, ese cada día más desastroso «bobo solemne», como le definió Rajoy, ha tenido el valor de apoyar a un Maduro, como hace tiempo que ya no se atreven a hacer ni los más implicados en Venezuela de Podemos. Zapatero, a tus zapatos, no a la política. Y si esto no es posible ¿por qué no nos hace Sánchez el favor de enviarle como embajador a uno de nuestros peores y, sobre todo, más lejanos enemigos?

DERECHO

Defina ‘rebelión’

Luis Pérez // Alicante

Si consultamos el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española nos enteramos de que la definición de rebelión es: «Levantamiento contra una autoridad o un gobierno». No habla de si hay muertos, heridos o gente de mal vivir. Ni si son políticos listos o torpes. Podemos ser rebeldes incluso a nivel individual si nos levantamos contra una autoridad, como un guardia urbano o cualquiera que lleve gorra. Pero el Código Penal no comulga con el diccionario, va por libre. O sea, que una rebelión, según la entiende el diccionario de la lengua española, podrá ser, en cada país, lo que su Código Penal describa. Me temo que los académicos tienen trabajo que hacer.