MEDIO AMBIENTE

Vinos sí,refinería también

***Joaquín León Cáceres

***Badajoz

La decisión de la Junta de Extremadura de apoyar el proyecto empresarial de una refinería, ha provocado reacciones en contra. En un primer momento por ecologistas y un partido político, y posteriormente, de forma, algo sospechosa, por parte de algunos viticultores y otro partido político. Estos dos últimos grupos, argumentan que se van a dañar los cultivos, que se van a desprestigiar los vinos extremeños, y por la argumentación, más que simplista, de la prepotencia del presidente de la Junta.

En relación a la afirmación del presidente de la Junta, es un hecho que va a realizar el proyecto de la refinería; porque, entiendo, que a la hora de hacer una aseveración de este tipo, se tienen ya datos suficientes para hacerlas, y saber que no se van a dañar los cultivos; igual que los tiene cualquier persona relacionada con la puesta en marcha de un proyecto industrial. Por tanto, lo que hace falta es el procedimiento, es decir, la presentación del proyecto ante los órganos competentes, con su correspondiente estudio de impacto ambiental, y resto de permisos administrativos necesarios, para que el proyecto sea aprobado.

Los bodegueros que ahora se oponen, cuando han construido una bodega han realizado un estudio previo, con datos técnicos, económicos, ambientales, etcétera, y sabían que solamente estaban pendientes de tramitar el proyecto, y estar a la espera del procedimiento administrativo; y han afirmado, con seguridad y confianza, en distintos foros, que van a hacer una bodega, porque saben que cumplen los requisitos pertinentes, y que la ley los respalda.

En cuanto al desprestigio del vino, se acuerdan, en vísperas de las Navidades pasadas, cuando a un tal Carod Rovira se le ocurrió solicitar a los catalanes boicotear Madrid 2012 , la repercusión mediática que tuvo esta sugerencia, y la respuesta por parte de los consumidores de cava: boicotear el cava catalán.

Este no es el mismo caso, pero considero que se le está dando demasiada publicidad, injustificada y negativa a la posible contaminación de nuestros vinos, que puede repercutir en su desprestigio, y si tenemos en cuenta que durante esta semana se ha celebrado en Almendralejo, el salón del vino y del aceite, y según recogen los medios de comunicación 50 importadores de vino catan los vinos de las bodegas extremeñas.

La Junta de Extremadura y el Grupo Industrial Gallardo, están en su perfecto derecho, para seguir con el proyecto adelante, si la legislación ambiental los respalda, es decir, el Decreto 45/1991, de medidas de protección del ecosistema en la Comunidad Autónoma de Extremadura, cumpliéndose los requisitos ambientales europeos y por tanto respetando la salud y el medio ambiente.

Termino por un refrán, que conoce cualquier chiquillo nadie tira piedras sobre su propio tejado . Ahora mismo, en la plataforma Refinería no, existe una mezcolanza de argumentos medioambientales, económicos y políticos difícil de entender, a no ser, que exista cierta coordinación entre estos actores implicados.

Desastre ecológico

***Pedro Risco Murillo

***Badajoz

La Asociación de Afectados por la Cementera y Canteras de Alconera (apartado de correos 796 Badajoz) une su voz a la alarma social que va creciendo ante una industrialización salvaje contraria al desarrollo sostenible de esta comarca extremeña, cuya calidad de vida se siente profundamente amenazada. La destrucción de sus recursos naturales, entre los que destacamos la pérdida del agua como el recurso fundamental para esta zona del suroeste de la provincia de Badajoz. Este acuífero de la sierra, unidad hidrológica 04.11 Zafra-Olivenza, se extiende desde Atalaya hasta El Arroyo de los Cotos en el término de La Lapa, y su contaminación o pérdida afecta inexorablemente a todos los beneficiarios del mismo: Medina de las Torres, La Puebla de Sancho Pérez, Zafra y el embalse de El Castellar, Alconera y La Lapa. Y, cuando las canteras rompan el acuífero después de haber arrasado la vegetación, el desastre ecológico será de proporciones incalculables. Se perderán surgencias y manantiales y serán inútiles las perforaciones y esto sin contar con la previa sobreexplotación del acuífero por parte de la cementera, más de 500 metros cúbicos diarios, y la posible contaminación de las aguas subterráneas, que dará lugar a un impacto irreversible.

Socialmente se ocasiona un desequilibrio entre los puestos de trabajo de corta vida que se crean y los que se destruyen en el sector agroganadero sostenible. Además, muchos agricultores y ganaderos no tienen edad de reciclarse o aprender otra profesión.

La contaminación atmosférica por la emisión de un millón de toneladas de CO2 al año, hace inhabitable el lugar. Sobrecoge sólo pensar en la circulación de esos 560 camiones diarios por la contaminación del suelo y del aire y el peligro de tanto tráfico.

Ante la situación creada por este proyecto cementero y la iniciativa del alcalde de Alconera que ofrece suelo para la refinería, omitiendo como siempre la existencia de este acuífero, cuya vida camina a la extinción, nos preguntamos ¿esta comarca quedará sólo en la memoria histórica ?

SANIDAD

Urgencias en Nuestra

Señora de la Montaña

***Carlos Hernández Gutiérrez

***Cáceres

Hace unos días tuve la mala suerte de acudir a los servicios de urgencia del hospital Nuestra Señora de la Montaña con mi esposa, que sufría un derrame ocular progresivo. Al entrar en las citadas urgencias se nos vino el mundo abajo al ver el hacinamiento de personas por los pasillos, sin asientos para sobrellevar mejor la espera y sin que se pudiera distinguir quiénes eran los enfermos o cuáles sus acompañantes. La aparición de un ATS, citando a los que estaban a la espera de que les atendieran no mejoró nada la situación, sino más bien al contrario, daban ganas de llorar. Tomaba tensiones a enfermos de pie, apoyados en al pared y sin que se desprendieran de las ropas de abrigo, al tiempo que les hacía preguntas íntimas delante de todos los allí presentes. En fin, aquello se parecía más a un hospital de campaña en estado de ruina que a un centro sanitario del siglo veintiuno. Entonces me vino a la mente, en irónica carcajada silenciosa, aquella promesa electoral (¿o mejor, electoralista?) de nuestro presidente, señor Rodríguez Ibarra, de construir en esta tierra centros hospitalarios con habitaciones individuales, es decir, una para cada enfermo. De ahí que me atreva a pedirle al máximo mandatario regional que se dé una vuelta por el citado hospital cacereño, compruebe su lamentable situación de acogida en las instalaciones de urgencias y, en consecuencia, disponga lo necesario, con el fin de que se coloquen sillas, sillones o bancos para los enfermos y familiares que han de esperar y, se habiliten boxes suficientes para todo tipo de exploraciones y consultas, que garanticen condiciones de privacidad y respeto a quienes llegan necesitados de ayuda médica inmediata.