La marera negradel ´desPrestige´

Nos debe de preocupar cómo se ha tratado el tema de este barco cargado de fuel y su posterior hundimiento en el mar. Con la descoordinación que en este sentido ha tenido todo el Gobierno central así como el autonómico gallego, llegando a estar desaparecidos durante mucho tiempo, con la total ausencia de su presencia, en donde el pueblo les esperaba con preocupación y dispuestos a paliar un problema que les puede quedar sin trabajo y sustento familiar diario.

Con esta desidia de responsabilidades y un temor extraño a dar la cara de cualquiera de sus dirigentes, nos hacen ver la gravedad que ante una catástrofe de cualquier naturaleza podríamos no tener respuesta del Gobierno y deberíamos dar soluciones inmediatas nosotros mismos.

Todo esto es muy extraño; no se toman medidas y cuando se hace, es tarde. Además de las reacciones parejas de gobiernos ideológicos coincidentes. ¿O es que estamos ante un problema con algún otro fin?JOSE LUIS SANCHEZ-MIRANDA. Mérida

Señor MartínezMediero: más respeto

En su columna El Baluarte de hace unas semanas hace alusión al Monumento al Cofrade, grupo escultórico compuesto por dos figuras de bronce de 1,70 metros que representan a sendos cofrades y que está ubicado delante del templo parroquial de San Juan de los Ovejeros de Cáceres. En referencia a sus comentarios deseo puntualizarle:

El Monumento al Cofrade se debe a una iniciativa de la Hermandad del Cristo Negro de esta ciudad, promovida por éstos, secundada por la Unión de Cofradías y, finalmente, apoyada y financiada por el Ayuntamiento de Cáceres y Caja Extremadura.

Este monumento se erige en homenaje a los cacereños de todos los tiempos que se entregaron por algo tan repleto de valores y creencias como es la Semana Santa.

Señor Martínez Mediero: Dentro de la egolatría que le caracteriza, usted se define como una persona de talante liberal, abierto y respetuoso. Empiece por ahí, por el respeto hacia quienes creen y piensan acerca de algo (desconozco si usted cree y piensa lo mismo, pero sus comentarios me hacen pensar que no). Y ya que se permite hablar de bajuras, no sea usted el primero en practicarlas.LUIS JIMENEZ PULIDO. Presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres

Abortoilegal

Qué ingenuos los que pensaban que la ley despenalizadora del aborto acabaría con los abortos clandestinos. Algunos no pecamos de tal ingenuidad, y el reportaje publicado recientemente en Epoca ha venido a ratificarnos en nuestras suposiciones. En algunas clínicas se practica el aborto a mujeres con embarazos de más de 12 semanas, plazo máximo que establece la ley, e incluso en embarazos de 28-29 semanas. Para compensar el riesgo que implica para la clínica el aborto ilegal, basta con aportar una suculenta suma de dinero.

No deja de ser paradójico que en las unidades neonatales de los hospitales los pediatras y enfermeras luchemos con esfuerzo por salvar la vida de niños prematuros de esas edades gestacionales, y en algunas clínicas su vida se valore tan poco.JACINTO GUILLEN REGODON. Don Benito

¡Que nosdejen algo!

Pasé mi infancia feliz en el campo. Mi juventud en un pueblo de poco más de mil vecinos y ahora llevo varios años trabajando en otros núcleos que rondan los quinientos habitantes.

Escuché hablar de emigrantes, de familias que vendieron lo que tenían para irse a buscar trabajo. Pocos volvieron para quedarse.

Vi cómo se dejaban de cultivar los campos de cereales, a pesar de haberse mecanizado el trabajo, porque nadie quería el grano.

Ilusionaron a la gente con las vacas suizas para producir leche que después no se llevaban.

Con el concepto de Europa se hizo más llevadera la ganadería, con el PER se sanearon algo las economías y la vida de los pueblos, además de ser tranquila, tenía más calidad.

Se llevaron todo de nuestros pueblos, mano de obra, materias primas, niños de las escuelas, ancianos a otros lugares y ahora también quieren llevarse el poco dinero que reciben algunas familias, cuyo pecado es no tener trabajo.

Si quieren inventar algo nuevo, señores políticos, lo hagan a costa de su esfuerzo, pero por favor no nos quiten lo que tenemos a cambio de nada.ANDRES J. GONZALEZ REDONDO. Cáceres

Sobre loscomunistas cacereños

Escribe Buenadicha en una columna sobre los 70 años de los comunistas cacereños, refiriéndose a la época entre los setenta y la actualidad.

¿Cómo menospreciar el hecho de que los comunistas, e incluyo también el largo repertorio de otros grupos que no eran el PCE, por torpes que fuéramos, éramos quienes realmente nos movíamos contra el franquismo junto a los grupos cristianos de base? La respuesta es obvia, basta con no hacer mención del no hacer prácticamente nada de quienes se limitaron a esperar el fallecimiento del dictador.

A principios de los setenta, a Isabel González Saúl le había tocado en suerte gozar del poder e influencia que el franquismo otorgaba a los comunistas, es decir detención, interrogatorio por la policía política, prisión, enjuiciamiento por un tribunal especial... Corría el año 1973 cuando regresé a Cáceres para hacer el servicio militar ordinario pendiente de juicio por lo que entonces eran delitos políticos. Guardo un magnífico recuerdo y gratitud hacia el compañerismo de quienes años después aparecieron como socialistas, pero los hechos son que en el trabajo democrático que intentábamos hacer dentro del Ejército solamente estábamos personas más o menos relacionadas con los comunistas.

Todo esto no quita para reconocer que hay algo muy acertado en el punto de vista de Buenadicha. En general, a los comunistas de entonces no nos resultó fácil entender los efectos de una prolongada dictadura ni adecuarnos a los cambios sociales que se produjeron en los sesenta. Tras 1977 y 1979 la perspectiva eurocomunista que se orientaba hacia un nuevo socialismo democrático fue frenada y luego bloqueada hasta que en los noventa se pasó a una clara involución. Y así la organización local cacereña como todo el PCE se fue convirtiendo en lo que hoy es, una reliquia histórica, los restos de lo que pudo haber sido y no quiso ser.

Una curiosa paradoja es que hoy somos más quienes estuvimos en el PCE que quienes siguen estando, muchos más. Pero no hay tal paradoja para quienes están convencidos de que las cerrazones fortalecen y las amplitudes, flexibilidades y aperturas debilitan.JAVIER AGORRETA. Cáceres