Críticaspeyorativas

En estas fechas tan emotivas de concordia y fraternidad hemos escuchado la insoportable avalancha de críticas peyorativas y demoledoras dirigidas a la Junta de Gobierno de este hogar, vertidas por unos malentendidos que han perdido el alma y no hacen otra cosa que criticar de forma airada y colérica el buen trabajo de los demás, culpándolos de haber cerrado el hogar durante cinco días festivos de carácter nacional. ¡Qué triste y desdichada mentalidad! Y que bien se advierte que son los mismos de siempre en protestar, quizá porque muchas veces las personas sin saber a qué es debido, no sabemos respetar a nuestros mismos amigos y se nos ocurre menospreciar tal vez por distracción o por ira.

Hacemos esto principalmente guiados por una desagradable indignación, aparte de si podemos dar alguna luz a su oscura y enredada mentalidad retorcida. Podemos decir con toda nuestra dignidad, que esta Junta de Gobierno se puede equivocar, pero nuestro fundamental interés es hacerlo bien dentro de nuestras posibilidades, de acuerdo con los socios en general.

La orden de cierre de estos cinco días ha salido de la Consejería de Bienestar Social. No cabe duda de que los únicos organismos oficiales que abren las puertas todos los días del año son los hogares de pensionista. De nada vale el esfuerzo de esta Junta de Gobierno por hacerlo bien, si no está respetado y protegido por todos los socios, sabiendo que el hogar es de todos por igual.LA JUNTA DE GOBIERNO DEL HOGARDEL PENSIONISTA PLAZA MAYORCáceres

Hay inmigrantes queson una bendición

Es una suerte que este periódico sepa resaltar las luces del día a día. "Dos marroquís salvan a su vecino de morir asfixiado" (30 diciembre). Sin noticias como ésta, la vida se haría irrespirable. Gracias por estar siempre en la dirección acertada también en lo referente a la integración de los inmigrantes. Ustedes merecen un premio a la solidaridad interracial. Los inmigrantes vienen a trabajar y entre ellos, como entre nosotros, los hay de todas las clases: truhanes y héroes. Y los ciudadanos necesitamos que ustedes nos mantengan los ojos abiertos a la realidad, buena y mala, agradable y desagradable. Qué lucidez la de su corresponsal en Navalmoral, E.G.R., al descubrirnos este detalle: los salvadores, marroquís , el salvado, de raza gitana . Vamos a aprender también a respetar a esta minoría étnica.SEVERIANO TALAVERO TOVARCasar de Cáceres

Memoria de señoraasomada a un balcón

Te recuerdo alta, el pelo blanquecino, asomada al balcón que daba a la calleja de la Estrella, entre viejas piedras, en tu palacio familiar de Santa María. Sí, en ese puro y pleno corazón del viejo Cáceres de lo eterno estabas tú querida Matilde, honesta señorita de Mayoralgo como tus lejanas tías de otras épocas. Eras hija de conde, llevabas un apellido muy antiguo e ilustre, y no sabías lo que era la vanidad ni el esnobismo. Eras una mujer fuerte que se enfrentó a la vida cuando hizo falta, y ejercías maternalmente de hermana mayor con tus hermanas.

Un día triste que ya va lejano, te viste forzada a dejar tu mundo de piedra, tu balcón, tu jardín, la reja y el torreón. Tus últimos años los viviste en un amplio y acogedor piso de la Virgen de la Montaña, avenida moderna con encanto. Eras la decana de una grande y numerosa familia. Eras la decana también en cierto modo de ese viejo Cáceres antiguo y señorial que ha ido diluyéndose en la masificación orteguiana.

Y un día de este pasado otoño frío del 2002 fuiste a reunirte con tu larga cadena de antepasados, aquéllos que vivieron en la plaza de Santa María. Te fuiste sin ver el palacio de tus mayores desventrado, hueco, desencantado, triturados los interiores por las excavadoras, destruido el jardín, desolada la reja sin el rosal arrancado. Destruida la imagen del palacio, la imagen misma del barrio de Santa María por el tejado espantoso, increíblemente discordante, difícil de existir en una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad, si no fuera porque esa ciudad, nuestro bienamado e incomparable Cáceres, anda ahora en manos zafias cuando necesitaba manos de poeta para cuidarla y mimarla.FATIMA MARTIN-PEDRILLA. Cáceres