Aclaración

EL PERIODICO EXTREMADURA publicaba, el 8 de noviembre, una columna de Miguel Hurtado titulada Novelas de Cáceres y el 2016 , en el que se deslizaba una inexactitud que es necesario puntualizar. Refiriéndose al Museo de Cáceres, el autor lo denomina "Museo Arqueológico Provincial (sic), antes también de Bellas Artes, condición que hoy ha perdido por completo", apuntando como "una de las asignaturas pendientes de esta ciudad, la carencia de un museo en el que puedan verse las obras de nuestros artistas locales", más allá del Museo Pedrilla o "de la contemporaneidad foránea del de la Casa de los Caballos".

Don Miguel Hurtado tal vez se olvida de que el Museo de Cáceres nunca ha perdido su condición de museo de Bellas Artes, con una sección que antes estuvo en la Casa del Mono y, desde 1992, en la Casa de los Caballos. Así mismo, buena parte de la colección que puede verse en el Museo Pedrilla pertenece al Museo de Cáceres, y éste mismo posee una buena colección de arte extremeño actual, que si bien no se expone con carácter permanente, sí que es objeto de continuas exposiciones temporales y actividades como la Pieza del mes . Si ir más lejos, durante los pasados meses de julio y agosto pudo visitarse la muestra Artistas extremeños en la colección del Museo de Cáceres , y en los últimos años se han realizado también con obras de esa misma colección las exposiciones 12 de Aquí (I y II) y Objetivo: la luz .

Por otro lado, el Museo de Cáceres apuesta decididamente en su programación por el Arte en nuestra comunidad y por los artistas extremeños; en estos mismos momentos pueden visitarse en sus salas dos muestras de autores de la región, como José Márquez Pedrera y Carlos Criado, y durante este año se han dedicado muestras a Angel Duarte, Picasso en las colecciones extremeñas, Sebastián Martín Ruano y a la arquitectura extremeña actual en la serie Tajo+Guadiana .

De todas estas iniciativas ha tenido y tiene información puntual el autor del artículo, que recibe en su domicilio el boletín mensual Noticias del Museo de Cáceres editado por la Consejería de Cultura y Turismo, por lo que no resulta fácil entender que las olvide en su artículo, que por otra parte no quiero dejar de valorar como muy interesante.

*Juan M. Valadés Sierra, director del Museo de Cáceres

¿Qué sentido tiene?

En una carta que escribí hace unos días alertaba de las contradicciones en los textos aprobados por el Ministerio de Educación para impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía . Ante tantas contradicciones, nos surge una pregunta bastante obvia: ¿qué sentido tiene imponer una asignatura moral obligatoria, argumentando que "todos los españoles tienen que ser educados en los mismos valores democráticos", si luego se permite la publicación de manuales tan contradictorios? El secretario general de Educación del Gobierno ha pasado muchos apuros para responder a una pregunta parecida: "Cada uno, ha dicho, ha adaptado la asignatura a su manera y es lógico que muestren divergencias en una sociedad plural como la nuestra. No tiene importancia. Lo relevante es que cada centro puede elegir el texto que más le guste". Con esto no nos responde a la pregunta ni nos garantiza una educación en valores democráticos.

*Jedo D. Mez Madrid, correo electrónico

Etica o trabajo en Aldeanueva de la Vera

Cuando estas líneas vean la luz pública tal vez sea ya demasiado tarde. El viernes, 9 de noviembre, supimos que los hermosos árboles que pueblan la carretera comarcal EX-203, a su paso por el casco urbano de Aldeanueva de la Vera, iban a ser mutilados. Nuestro jardinero, José González González, se negó a ello, y yo también, que en esos momentos era su ayudante.

A él le han obligado a coger vacaciones. A mí a la media hora escasa de mi negativa, el señor alcalde, Raúl Amor Véliz, electo por el PP, me comunicó por escrito la fecha de mi despido como trabajador eventual del ayuntamiento.

¿Es preciso recordarle, señor Amor Véliz, que esos árboles nos pertenecen a todos? ¿O cuáles son sus múltiples beneficios? Sombra, atrapadores de C02, etcétera.

Tengo la sensación, desagradable, en efecto, de que la solución que usted quiere dar a las quejas de algunos vecinos, relacionadas con que los citados árboles producen mosquitos, abejas y ramas inoportunas, es tan obtusa como si a cualquier doctor se le ocurriera diagnosticar la amputación del brazo cuando un paciente le dice que le duele un dedo. Hasta aquí a todos nos alcanza, a usted también estoy seguro, un mínimo de sentido común.

Por favor deje los árboles en paz y demuéstreme así que yo estoy equivocado. Muchas gracias.

*Jesús Valleros, Aldeanueva de la Vera