pSIN EDUCACION

nSobre nuestrasabuelas karatekas N

***Inmaculada Chacón

***Badajoz

mNo hace muchos días se ha conocido a través de los medios de comunicación, cómo dos abuelas de escolares agredían a los docentes. No sé la edad de estas dos señoras , pero quizás no tengan mucha más que yo, aunque aún no tengo nietos.

He de contar, y lo cuento con orgullo, que mi hijo, que ya es universitario, siempre fue muy querido por todos sus profesores, y sigue siéndolo.

Mi madre que vivió la guerra cuando aún era muy joven, sólo tuvo acceso a unos estudios muy primarios. Sin embargo, los maestros por entonces, aunque los estudios fueran muy primarios, sabían, y sobre todo podían, imprimir en ellos principios , al igual que en el entorno familiar. Así que, ella sola, que nos educó y nos dio el sustento, me dijo desde el primer momento, que debía a mis maestros idéntica obediencia y respeto que a ella, a pesar de que siempre fui un trasto.

¿De dónde han salido estas abuelas tan karatekas ellas?, ¿qué clase de políticos han formado los continuos y reformados programas educativos ?, ¿hacía dónde retrocedemos?, ¿quién nos empuja en este retroceso?

Pido el tratamiento de usted para el maestro. El debido respeto y la debida distancia entre éstos y el alumnado. Sin estos puntos de partida, la enseñanza está abocada a ser virtual, porque ningún docente, que a su vez, es un trabajador, está obligado a soportar ser ninguneado por hacer su labor, por especímenes de este calado.

Sin embargo, además de esto, nos estamos jugando mucho más. Los ciudadanos, quizás los más jóvenes, que cada vez entienden menos de nada, ignoran que la democracia es un bien muy preciado, y que, ante todo, lleva implícito el respeto por los demás, que es lo que a su vez lleva a respetarse a sí mismo. Unas manos extraordinariamente negras y ensombrecidas llevaron a este País a una terrible guerra. Empecemos a respetarnos los ciudadanos entre nosotros, para poder enarbolar de verdad la democracia como nuestro bien más preciado.

Coincido plenamente con la carta de Marta Montero, publicada en este medio el 25 de noviembre pasado y con la de Teófanes Galán, también de días anteriores.

pAPOYO AL RETRASO

nLuces de Navidad N

***José L. Criado González

***Cáceres

cEstá visto que nuestra sociedad de la que soy parte integrante, nunca nos encontramos satisfechos de las necesidades cubiertas, y a veces también en algunos casos, para conseguir el triunfo de éstas, recurrimos al enfrentamiento aunque sea baladí nuestro empeño, sin importarnos las desdichas de los demás.

En primer lugar, antes de dar a conocer el porqué de mi anterior reflexión, quisiera dar mi aprobación a la determinación tomada por el nuevo equipo de gobierno municipal en cuanto al retraso de la iluminación de Navidad. Decisión que se ha tomado, debido al estado negativo en que se encontraron y actualmente continúan las arcas del ayuntamiento, que no deja de ser el dinero de todos. No voy a entrar en valoración del porqué nos encontramos en esta situación, pues el fin de mi escrito es otro. (Confío en que sabrá este nuevo gobierno administrar bien nuestros intereses, poniendo todo su esfuerzo en subsanar las cuentas sin tener que echar mano a la subida de impuestos que no dejaría de ser un método impopular ).

Desde hace tiempo, creo que nos estamos apartando de la virtud que alienta la Navidad, pues son cada vez más los ayuntamientos que, con muchísima anticipación a las fechas navideñas no les importa derrochar el erario de todos los contribuyentes, adornando las calles con guirnaldas y luces a cual más refulgente, con el consiguiente gasto a las arcas públicas que, bien podría esta partida presupuestaria de ir socorriendo en buena gana la necesidad extrema, de aquellos ciudadanos que se encuentran en el umbral de la pobreza.

Aprovecho la ocasión que me brinda la Navidad, para desear salud y paz a aquellos mayores que en su momento fueron dados de alta del hospital de DIA, participándoles que, este humilde voluntario, no olvida los buenos ratos pasados juntos durante el trayecto al hospital. Aunque la relación fue efímera, pero no dejó por eso de ser muy gratificante. ¡Feliz Navidad a todos!