Planta con espinas

Me dirijo a la Alcaldía de Cáceres para hacerle saber que antes de llegar a la rotonda de la Estación hay un pequeño paso de cebra que conduce a otro paso de cebra alto. Entre uno y otro hay una planta seca y con espinas, que son un peligro para los viandantes. Espero que la Alcaldía se ocupe rápidamente de este asunto por ser peligroso y que tenga algo de más vigilancia en los jardines.

Fernando Moreno Guinea

Un nuevo gueto

Los jardines donde juegan los niños de Proa han tardado años en florecer. La obra social de Caja Extremadura cedió hasta ahora los terrenos del colegio que inicialmente ella misma construyó. Estos niños pueden ser distintos a los otros según su inteligencia pero son muy normales en cuanto a sus sentimientos, aunque no los sepan expresar. Pessoa estaba detrás de una ventana que daba a una calle triste de Lisboa y nos legó El libro del desasosiego ; pero estos niños van a guardar silencio los lleven donde los lleven, y los que pueden decir algo por ellos, sus padres, están siendo ninguneados respecto a la parcela donde quieren ubicar el centro; y los políticos que así lo han decidido, puede que tengan un despacho céntrico, soleado, con vistas a un parque; es igual, como dicen los orientales, cuando el espíritu está iluminado, el viento sopla cálido desde cualquier ventana. Por alguna inconfesable razón, estos niños quieren ser enviados a la última parcela del último barrio de Cáceres, todavía por construir, porque ellos no van a decir nada cuando miren de cerca las paredes de su nuevo colegio a las afueras de la ciudad.

Isidró Sánchez Rincón

El Día de la Paz

Mientras centramos nuestros esfuerzos en las elecciones del 9 de marzo, quizás no hayamos reparado lo suficiente en que el 30 de enero se conmemoró el Día Escolar de la No-Violencia y la Paz (DENIP). Si bien es cierto que cada día puede ser una efeméride, esta es, en mi opinión, una de las más importantes que deberían resaltarse en todos los almanaques.

No puedo evitar recordar cómo años atrás por estas mismas fechas todos estábamos en la calle protestando contra la guerra de Irak, exigiendo la retirada de las tropas españolas. Este día no sólo era un día de protesta en los centros escolares, sino un día en que ese espíritu de anhelo de paz y no-violencia era más patente que nunca. Y esa pasión por la paz, esa repulsa por la violencia es y debe seguir siendo guía en cualquier coyuntura social y política...

Sin embargo, otras pasiones parecen dominar ahora la agenda política. Algunos, como los miembros de la jerarquía eclesiástica en España, prefieren sembrar la discordia e interferir descaradamente en los asuntos políticos sin la imparcialidad debida, pidiendo veladamente el voto para el PP. Otros, habituados al uso electoral del terrorismo en los últimos años, siguen preocupándose más por la recuperación del poder temporal que por hacer un examen de conciencia y pedir perdón por los pecados mortales que cometieron mientras gobernaron.

Quizás a estos amantes de la paz (de pacotilla) les vendría bien seguir las enseñanzas de Gandhi, porque uno ya no sabe cómo decirlo para que razonen y entiendan que cualquier tipo de violencia, merece la repulsa de todos los ciudadanos y la unidad de los demócratas para combatirlo por la vía pacífica y legal. Pero no merece la pena enfadarse en estos momentos. La Cuaresma se aproxima y muchos tendrán que hacer penitencia en estos días porque saben que tienen escasas posibilidades de resucitar y muchas de ir al infierno.

Mientras, los niños seguirán dando su ejemplo en el DENIP al son de las letras de José Luis Perales y asimilando los valores de paz y tolerancia que se les enseña en Educación para la Ciudadanía .

Juan M. Méndez Peña