Turismo: las orejasdel lobo

Los últimos datos de la Organización Mundial del Comercio demuestran que cada vez llegan menos turistas a España. Si en 2006 el número de extranjeros que visitaron nuestro país fue de un 4,5 superior a 2005, en 2007 esa cifra se ha reducido hasta el 2%. Deberían tomar buena nota las autoridades del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio porque estos datos van a repercutir a medio plazo en nuestra balanza económica. Aunque España siga siendo el segundo destino preferido por los turistas, no podemos afirmar que ha sido un año bueno para España. Nuestros competidores más directos han comprobado como las cifras de turistas se han incrementado notablemente. En Italia, por ejemplo, el número de visitantes se incrementó en un 7%, y en Grecia y Portugal, en más del 10%. El turismo, es sin duda, uno de los factores que mantienen a nuestro país entre las ocho potencias económicas a nivel mundial. Si esta fuente de ingresos desciende, la crisis económica en la que nos encontramos sumidos podría aumentarse.

*Francisco Reyes Domínguez (Correo electrónico)

Hay que exigirmás empleo

Unos desafortunadas opiniones sobre Extremadura, que imprimieron en libros de consulta unos presuntos historiadores anclados a un añejo pasado, han enfurecido a algunos de sus hijos, cuya razón es que la Extremadura que mencionan estos insignes ignorantes es abismalmente diferente a la actual.

Es admirable que se sientan ofendidos cuando menosprecian su patria chica, pero son muy pocas las cartas al director como las de un servidor, atosigando a la Junta de Extremadura para crear empleo, que evitaría ser ofendida porque ocuparía el sitio que le corresponde, por la valía de sus gentes y la riqueza de sus tierras, y acusándola del imperdonable despilfarro del más valioso e insustituible tesoro: los jóvenes.

Mientras el Gobierno autonómico no sea capaz de evitar la impactante y negativa promoción de los muchos miles de jóvenes extremeños, repartidos por todo el territorio nacional buscando empleo o trabajando, es difícil, por mucha propaganda que hagan, que cambien la opinión de las personas que no conocen Extremadura personalmente y sigan juzgándola por el sambenito de antaño.

Con toda la inocencia que atesora un casi octogenario, pregunto, ¿y cuando al mayoría de extremeños sean abuelos?

*Emilio Puig Parcerisa (Badajoz)

Los concejales socialistas de Moraleja y San Blas

He leído en este periódico el pasado 5 de febrero la noticia de que los concejales socialistas del Ayuntamiento de Moraleja se negaron a acudir a la procesión de San Blas en protesta por la "inmoralidad de la Conferencia Episcopal", por recordar a los católicos la doctrina de la Iglesia en materias que están de actualidad.

Me entró la risa al leer esta noticia. ¿A que no se atreven a hablar de inmoralidad del Consejo Islámico que ha recomendado votar al Partido Socialista Obrero Español en estas elecciones, cuando la Conferencia Episcopal no ha nombrado ningún partido, sino que se ha limitado a recordar a los católicos cuál es la doctrina de la Iglesia en materias de educación, familia, aborto, matrimonio etcétera?

Hay que ver la cara dura que tienen estos socialistas. Cuando la Conferencia Episcopal se posicionó en contra de la guerra en Irak, que tanto les gusta sacar a la palestra, o en otros asuntos que a ellos les parece que cuadra en su ideología, no hicieron ni hacen protesta alguna por inmiscuirse los obispos en asuntos temporales.

Que los ediles socialistas de Moraleja no acudieran a la procesión de San Blas podía haber sido un síntoma de que son consecuentes con la ideología atea del partido en el que militan, pero no han sabido serlo al poner la excusa de la Conferencia Episcopal. ¡Lástima de tan gran ocasión perdida para mostrarse consecuentes!

Y que no se me diga que son muchos los católicos que apoyan, colaboran o militan en las filas socialistas. Lo sé y conozco a algunos. Pero pienso que ellos actúan así gracias a la libertad que Dios da al hombre. La responsabilidad es suya y tendrán que dar cuentas ante El, como yo, del uso que han hecho de esa libertad.

*Luis Carlos Días García (San Martín de Trevejo)