EL CASO MARI LUZ

Inspección judicial

I. Bueno García

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El desgraciado asesinato de Mari Luz ha puesto en solfa a la inspección del Consejo General del Poder Judicial. Dicha inspección ha fallado clamorosamente, pero es lo previsible dado el sistema que se utiliza para controlar a los diversos órganos judiciales. La práctica habitual es que el juzgado o tribunal que será inspeccionado es previamente avisado (varias semanas por adelantado) de las fechas en que se llevará a cabo tal control. A todas luces es una mecánica viciada desde el origen. ¿Alguien cree que la inspección laboral o tributaria avisa previamente a las empresas o particulares de que serán inspeccionados? Evidentemente, no. Todos sabemos que estamos sujetos a una posible inspección en cualquier momento. Pero tal circunstancia no rige para los jueces: ellos saben previamente cuándo les caerá esa inspección. Aún así, el sistema falla, y la siguiente pregunta es: ¿quién controla a los inspectores? Urge modificar el sistema, porque, si no, la inspección se convierte en una reunión entre amigos, perdiendo el sentido para el que se creó.

TERAPIAS PARA MALTRATADORES

¿Se pueden curar?

Laura Orozco

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"Se puede curar un maltratador". Con este titular se levantaron muchos programas de televisión hace escasos días. ¿Curar a un maltratador? ¿Cómo se le ayuda? ¿Cómo se le desintoxica del odio hacia su víctima, a quien dice amar? ¿Amor es matar? ¿Cómo se le hace entender que su pareja no es su esclava o esclavo, ni de su propiedad, ni un juguete al que romper para que nadie lo compre? Si no son efectivas las leyes judiciales, ¿lo son las terapias? ¿Se pueden hacer terapias para dejar de amar? El sentimiento es algo innato, ¿cómo se deja de sentir? El maltrato, la violencia no debe quedar impune ante nuestros ojos, ¿estamos insensibilizados? ¿Pretendemos tapar el horror del maltrato con terapias de grupo? ¿Los maltratadores entienden la psicología? Si no entienden que el amor se acaba, ¿entenderán las terapias? Son preguntas sin respuesta.

LOS JUEGOS OLIMPICOS DE PEKIN

Pasividad política

Montserrat Pozo

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¿Dónde están los representantes políticos de nuestro país, que aún no se han pronunciado sobre los derechos humanos que está violando el Gobierno chino en el Tíbet? Porque mientras, hay un pueblo, el tibetano, sufriendo detenciones, agresiones, muerte. Se trata esta de una injusticia de la que somos responsables todos. ¿A qué están esperando?

Puro negocio

Salvador Pallares

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En torno a los Juegos se mueve todo un engranaje social, político, económico, comercial que llega a diluir los buenos propósitos de su filosofía. Empecemos por el COI. Es un club privado, sin representatividad, pero con mucho poder, que hace bailar a los participantes al son que él marca. Los Juegos son una plataforma publicitaria de dimensiones mundiales que es usada para denunciar todo tipo de injusticias, pero también son un gran silenciador. Los juegos de Pekín han nacido con la mancha negra de la cuestión del Tíbet, y en Occidente nos escandalizamos. Sin embargo, entre los países que han organizado Juegos de la era moderna, ha habido muchos muy poco respetuosos con los derechos humanos. En algunos casos ha habido repercusiones, críticas, boicot. Pero en otros, la política del avestruz. Si Pekín 2008 tiene el Tíbet, Atlanta 1996 y Los Angeles 1984 tenían la silla eléctrica, la guerra del Golfo; Moscú 1980, la invasión de Afganistán; Sydney 2000, los aborígenes masacrados; Berlín 1936 tenía el nazismo; México 1968 tuvo la matanza de la plaza de las Tres Culturas... La lista es larga. Sin hablar de los muchos casos en que, por la seguridad de los Juegos, se ha practicado un recorte brutal de derechos civiles. Mientras los Juegos sigan siendo negocio, no habrá deporte.

LA GESTION DE KIRCHNER

Crisis en Argentina

Guillermo Schelling

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Los inmigrantes argentinos no estamos al margen de la situación que vive el país. La gran mayoría somos la consecuencia del saqueo, con las dictaduras y sin ellas, que ha llevado a Argentina a una decadencia continua en los últimos 35 años. Ante la nueva situación, las palabras de la presidenta Cristina Fernández Kirchneral culpar a "la derecha" y a los "piquetes de la abundancia" igualan a la vieja oligarquía terrateniente y los pequeños productores. Además, es una afirmación totalmente falsa. El repudio social se debe a la inflación, al aumento descarado de los precios de los alimentos, al desabastecimiento y a los bajos salarios. La presidenta dice que "no se va a dejar extorsionar". Señora: extorsión es cuando usted aplica un modelo de crecimiento que solo beneficia a las empresas privatizadas, a los banqueros, a las petroleras y a los acreedores. No se puede permitir que esta situación la paguen los de siempre, los trabajadores. La carne y la leche tienen que llegar a precios populares a las familias.