AGRADECIMIENTO

A la planta 1. delhospital San Pedro

Familia Vaca Muñoz

Cáceres

El jueves día 15 de mayo ingresamos a nuestro padre por 2. vez en la planta de Neumología del hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, después de 10 días falleció, la enfermedad se lo llevó.

En nombre de nuestra madre y en el nuestro, queremos agradecer a todo el equipo de profesionales, médicos, ATS y auxiliares la ayuda que hemos recibido, tanto profesional como humanamente durante los días que ha estado ingresado. ¡Gracias a todos!

No queremos olvidarnos del equipo de cuidados paliativos, que en todo momento están al servicio del enfermo y su familia. ¡Gracias a todos! Gracias por la labor que día a día estáis desempeñando.

Y una mención especial para nuestro médico de familia, doctor Evelio Robles, del centro de salud San Jorge. Muchas gracias.

Familia de Manuel Vaca Holgado.

CRITICA A LUZ RUEDA

Cochinos,... Jarramplasy Porrina de Badajoz

Sebastián Díaz Iglesias

Antropólogo

Me ha llamado la atención la columna titulada "Identidad" que aparece en El Periódico Extremadura del pasado sábado. En él se queja la autora de cómo algunos "pisotean al de enfrente" en aras de una identidad que tienen por sagrada; ¿acaso no está haciendo usted lo mismo con los que nos sentimos extremeños, por el hecho de que no comparta con nosotros esta identidad? Señora Paz, la identidad extremeña es mucho más que los cochinos. Estos, los cochinos, no deben tomarse, como usted hace, con ciertos matices despectivos (al igual que Jarramplas o Porrina de Badajoz, insultando con ello a mucha gente). En la construcción de las identidades tienen un papel esencial los símbolos y como tal deben entenderse los significantes que con tanta ironía ha mencionado en su columna. Usted sabe que cuando hablamos de cochino, como referente identitario extremeño, no lo hacemos a su acepción de "cerdo", que aparecen en el diccionario, sino a una forma de vida en la que la agricultura y la ganadería han constituido el modo de producción esencial de las gentes que han vivido en esta tierra, la cual, por otra parte, presenta un hábitat muy peculiar, con los consiguientes condicionantes ecológicos y económicos. De la misma manera, hablar de Jarramplas, como referente identitario extremeño, no es hablar de lo que usted define como un "tirarle nabos a un fantoche" (por cierto, si pusiera en conocer a Jarramplas una pequeña parte del empeño que pone en escribir sus libros, sabría que éste nada tiene que ver con un "títere" o "figurilla" o "sujeto aniñado" o "figura pequeña o ridícula" o "individuo sin personalidad" que son algunas de las definiciones que el diccionario da al término "fantoche"). Aprovecho para recordarle que Jarramplas es una palabra llana y, por lo tanto, no lleva tilde en la última a . Las fiestas, aquí y en cualquier lugar (pueblo, provincia, región, estado o continente), cobran un papel esencial en la construcción de identidades dado su intenso valor expresivo y comunicativo. Que lo que expresan o comunican a usted no le gusta, o le parece una tontería, pienso que no le da derecho a ridiculizarlas. ¿O sí? En este caso, no hable mal de los que "pisotean al de enfrente" para referirse a "los otros" y no a usted mismo, o los que piensan como usted. En fin, todos tenemos derecho a construir nuestras identidades como estimemos oportunos, incluida usted, y que se nos respete por ello.

CRITICA A LOSANTOS

El club de la infamia

Alberto Ríos Mosteiro

Correo electrónico

"Don Federico", como le llaman sus incondicionales, se ha sentado en el banquillo de los acusados por afirmar que a Gallardón "le daban igual los 200 muertos y 1.500 heridos de los atentados del 11-M con tal de llegar al poder". "Si es por las víctimas del 11-M yo estoy dispuesto a venir todos los meses", dijo el radio predicador mañanero que despedaza a quien no comulga con sus tesis, argumentos, monólogos o como quiera que se llamen esos discursos incendiarios. Y es que a "don Federico", tan respetuoso con las víctimas, tan defensor de las mismas, tan dispuesto con ellas, le faltó de todo menos vergüenza a la hora de dirigirse a una de esas víctimas con las que se llena la boca para justificar sus actos, Pilar Manjón: "don dispuesto" acusó a esta madre, que perdió a su hijo en la masacre de 2004, de fingir sus lágrimas durante su comparecencia en la comisión del Congreso, calificó a esta mujer de "monstruito" y "personaje siniestro maquillado para hacer lo que tiene que hacer", afirmó que no le daba "ninguna pena sino horror". Personajes como este líder del club de la infamia deberían comparecer ante la justicia por cada una de las veces que, con sus insultos, sus infamias y sus mentiras, ensuciaron la memoria de las víctimas, arrastraron por el fango la dignidad de sus familiares, y pusieron en duda la profesionalidad y la honradez de unos hombres y mujeres que, con su trabajo, sí buscaron la verdad. Cuando ese día llegue la justicia habrá hecho algo más que defender la libertad de expresión y el derecho a una información veraz: les habrá dado valor y credibilidad.