La crisis viene de lejos

Leí un reportaje que hablaba de la recesión que sufre la venta de automóviles, cosa que no es producto de la crítica situación actual, sino que ya viene de lejos. Hay dos aspectos que influyen, a mi entender, en esta circunstancia y que no plasman en el reportaje: el primero es el poco margen que las marcas ofrecen a las concesionarias, debido a las ofertas a las que son obligadas. El segundo es que las concesionarias no matriculan coches kilómetro cero por iniciativa propia, sino que la marca también obliga a sus servicios autorizados sobre el proceso citado. Si no se remedia la crisis del sector, solo sobrevivirán a ella un porcentaje de aquellos servicios que, además de venta, tengan taller mecánico.

*Pablo Moyano (Correo electrónico)

El problema es la edad

Estamos inmersos en una crisis alimentaria, faltan alimentos y la materia prima para su elaboración y preparación procede de la agricultura y la ganadería. En Europa hoy hay problemas de producción y este tiene difícil solución, puesto que el problema es la edad en la agricultura.

Basta con un dato para conocer el problema: en la Unión Europea (UE) sólo el 7% de los agricultores tiene menos de 35 años. Y no sólo eso: el 25% de ellos tiene 65 años o más.

Desde hace tiempo, la UE anda buscando la manera de combatir el envejecimiento de los trabajadores rurales, un problema que afecta más a los europeos que a potencias similares como EEUU o Australia.

El problema del sector en la UE es que los jóvenes no sienten atracción por unas profesiones que tienen el estigma de lo pasado de moda , con jornadas de trabajo durísimas y cada vez menos ingresos por los alto costes de producción.

Entre otras medidas, para captar a jóvenes, algunos proponen jubilaciones anticipadas para los agricultores que traspasen sus negocios a los menores de 35 años y mayores facilidades para que los jóvenes hereden aunque no pertenezcan al núcleo familiar. Esto puede ser posible, pero lo más inmediato está en que las explotaciones agrícolas y ganaderas sean rentables, cosa que hoy por hoy no lo son. Dos cosas son imprescindibles para que los jóvenes continúen en el campo: que la sociedad valore la actividad y rentabilidad, que se ganen la vida igual o mejor que en otro negocio y/o trabajo.

*Domingo Martínez Madrid (Correo electrónico)

Pateras y patrañas

Estos días estamos conmocionados con las imágenes de moribundos llegando a nuestras costas, tras haber dejado en el mar a parte de sus compañeros de viaje. Y una vez más oímos a los políticos que van a luchar contra la pobreza; que vamos a ser los abanderados. Por desgracia, ya son tantas las promesas e incumplimientos que sería muy largo exponer aquí fechas y compromisos que se han desvanecido. Sin embargo, considero que la ciudadanía ha de saber que la parte más importante de la supuesta ayuda oficial al desarrollo consiste en unos créditos, el Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que abren mercado para las empresas españolas, redundando en unos beneficios tan fenomenales para la población de los países empobrecidos como el disponer de un hotel de altísimo lujo. Aunque dentro de unas cuantas pateras más ya nos habremos acostumbrado y habrá dejado de ser noticia y de alterarnos.

*David Barriopedro Marrón (Correo electrónico)

Vientos de liberación

Cuando veo lo que hace el Gobierno chino para que el resto del mundo vea su perfecta puesta en escena, su orden, sus desfiles, etcétera, me viene a la memoria la marcialidad de la Revolución Comunista de Mao. Veo grandes similitudes. Lo único que cambia es el receptor. Si antes el receptor de la propaganda comunista era el propio pueblo chino, ahora lo es el resto del mundo. Si antes los miles de chinos de los desfiles sostenían El Libro Rojo de Mao, ahora sostienen la banderita olímpica. En el fondo, la sociedad china ha cambiado poco, aunque se esfuerza en mostrar que sí lo ha hecho. Pero no dejan de ser como millones de hormigas de una sociedad totalitaria. Espero que los Juegos sirvan para aportar vientos de liberación a China. Y no que el perfeccionismo chino, que no parece humano, nos influya al resto del mundo. Espero que con los Juegos ganen los chinos por encima de los deportistas y, de rebote, también el Tíbet.

*Daniel Romero (Correo electrónico)