RELIGION

¡Perdonádme por creeren Dios!

Lino Remesal

Plasencia

Tal parece el grito que vamos a tener que dedicar, los que todavía creemos en Dios, los católicos digo, pues en verdad, parece un crimen, en una nación, donde el 88% se declara católico. Leo en los periódicos, como una asociación, Cáceres laica creo, que quiere retirar los crucifijos hasta del ayuntamiento, ¿pero a quién molesta?, esto es una locura, nos tomamos la parte por el todo, y ahora son las minorías las que apabuyan a la generalidad, . Señores: Si alguien quiere respeto, el respeto se gana, no se impone. Ahora venimos con estas cuestiones menores para salir en la prensa, veo como en la foto, aparece el Sr Caso, ¿estimado señor, todos los votantes de IU son apóstatas?. Me parece que en nuestro país se ha perdido el norte, se consiente todo, en honor de la libertad y la paz, se pisotea el sentimiento de muchos. Pues en honor de la libertad, expongo mi derecho, quiero los crucifijos en las aulas, quiero que a mis hijos se les enseñe religión, ¿tengo derecho?

CENTRALES INSEGURAS

Peligro nuclear

J. Cuello

Nuevamente una central nuclear (en este caso Vandellós) situada en Cataluña es motivo de noticia. Como en otras ocasiones, esta vez ha sido un problema de escasa importancia y sin riesgo para nadie, pero deberíamos tener una visión más amplia y hacer una recopilación de la cantidad de veces que ha habido incidentes en las centrales nucleares catalanas los últimos dos años. La sensación que esto transmite es la de un sistema envejecido y obsoleto que un día puede derivar en una avería de envargadura. El Gobierno anuncia continuamente que potenciará el sector de las energías alternativas y, por el contrario, seguimos con una ley ambigua e insegura, y con acciones nulas en ese sentido.

SEGURIDAD CIUDADANA

Plasencia apuestapor ser una ciudadsin ruidos

Javier C. Iglesias

Plasencia

Hay decisiones que toman nuestros responsables institucionales que resultan muy acertadas, y eso se evidencia en la satisfacción generalizada que provocan en la ciudadanía.

Muchas veces, en demasiadas ocasiones, no se toma en consideración este infalible instrumento de evaluación y verificación de decisiones políticas; esto es, no se presta la suficiente atención a la satisfacción que producen en los gobernados las decisiones de los gobernantes.

Pongamos el ejemplo de Plasencia. Al margen del gravísimo problema que ocasiona la inseguridad ciudadana a la que aún no se acierta desde el ámbito institucional con las soluciones apropiadas y adecuadas, pues raro es el día que no nos asalta alguna noticia en la que se relata alguna nueva tropelía por parte de los amigos de lo ajeno, existen otros ámbitos en los que si se acierta.

Uno de estos ámbitos es el control de los ciclomotores al objeto de retirar de la circulación aquellos que originen molestias por el ruido emitido. Además es positivo que la policía local empiece a verificar la manipulación y el trucaje de ciclomotores, pues además de ser reformas no autorizadas e ilegales, son un delito contra la seguridad ciudadana al estarse conduciendo un vehículo para el que se precisa permiso y no licencia.

A estas medidas del ayuntamiento de Plasencia se sumarán,probablemente a partir de enero de 2009, la obligatoriedad de pasar ITV a los ciclomotores. La totalidad de los ciclomotores trucados no pasarán la ITV, pues cualquier modificación en un vehículo tiene que ser autorizada legalmente: Desde la colocación de silenciadores, hasta el aumento de potencia. Además estas piezas -silenciadores, por ejemplo- han de estar normalizadas y registradas con contraseña de homologación, bien nacional o europea, por el fabricante; e instaladas por un taller inscrito legalmente en industria.

Dado que la mayoría de los ciclomotores trucados no superará estas pruebas, la opción probable es que bien la policía local, la nacional o la guardia civil les retire la licencia y les prohiba circular. Con lo cual quedará constatado que la colaboración institucional (Ayuntamiento, Junta-ITV y policía) reporta resultados satisfactorios para la mayoría de la ciudadanía que prestigian al ámbito político reforzándole, con ello, en sus buenas prácticas y buen hacer.