CONFLICTO

Sáhara

José Gordón Márquez

Azuaga

El diplomático holandés Peter Van Walsum, enviado personal de la ONU para buscar una solución al conflicto del Sáhara, ha decido anticiparse a la divulgación de su marcha con una sonrisa "inteligente" como muestra la foto junto al artículo en el diario El País del jueves 28 de agosto. Pues no lo tenga él con su anticipación como un as que le hace ganar la partida. Si ha decidido su marcha ya lo había descalificado con antelación el líder del Frente Polisario Mohamed Abdelaziz en una carta enviada al secretario general de la ONU en la que le insta a destituirlo por su actitud promarroquí, pues ha dejado claro que se aleja de la imparcialidad y pisotea la legalidad internacional. Tanto es así, que el Polisario estaba dispuesto a no celebrar ni una reunión más mientras estuviera presidida por Van Walsum, que lo único que ha conseguido con su actitud es dejar las negociaciones en punto muerto.

Si España -como dicen- ha brindado su apoyo al enviado especial, es que sigue inmersa en la misma idea que la llevó a cometer la grave injusticia que dura ya 33 años. España prefiere seguir mirando para otro lado y desentenderse del conflicto. ¿O es que también piensa que reparar una injusticia pueda reportar nuevas injusticias? No hay problema que sea insoluble. ¿No tiene un pueblo derecho a elegir por referéndum libremente su destino? ¿Por qué tiene que aceptar las condiciones de Marruecos que fue su invasor?

El Sáhara quiere su independencia, no someterse a las exigencias de Marruecos que les tendría privados de plena libertad. Díganlo si no los saharauis que no huyeron al desierto que están consumiendo sus días en la tristemente célebre Cárcel Negra, siendo torturados muchos de ellos.

Los que estamos al lado del pueblo saharaui, siempre abogaremos por su independencia. No descansaremos hasta que se solucione la triste situación en que se encuentran nuestros hermanos saharauis. Este irresponsable gobierno no sabe cómo arde la arena bajo las plantas de tantas criaturas olvidadas. No sabe de aguas infectadas causantes de diarreas y enfermedades. No sabe de hambre ni de muertes de mujeres jóvenes en edad de procrear... No les interesa saberlo.

RELIGION

Democracia

Teófilo Hernández

Vva. de la Serena

Si el Estado es aconfesional, toda la Nación tiene que respetar tal situación, cada uno con su Religión, el Estado con ninguna. La enseñanza estatal, los centros de enseñanza estatal, no pueden afirmar ninguna religión, es decir, manifestar la mínima predisposición por alguna creencia religiosa (a nivel individual: familia, sinagoga, templo, mezquita, capilla, lo que quiera).

Estamos en democraciam no en teocracia, no en época de imponer, por las buenas o por las malas (inquisición, cruzada, guerra santa), las creencias espirituales, divinas, mitos, ritos..., a los demás ciudadanos. No quiero desviarme del tema, entre los muchos, muchísimos que hay, que no es la asignatura... es la colocación de crucifijos en los centros de enseñanza estatal, de estado aconfesional que, por ello mismo, no pueden ser colocados.

Están ya incluso, con el maniqueísmo "si se quita el crucifijo, qué se va a colocar" y he de repetir lo de Jesús de Nazaret, ¡hipócritas, fariseos, ¿por qué esta disyuntiva, dilema, maniqueísmo que no existe? Colocar nada, absolutamente nada, ningún icono, ni religioso ni político. En el aula sólo, solamente el profesor y los alumnos, los alumnos y el profesor con el material didáctico necesario para desarrollar la clase al 100%. En los primeros años ochenta, de mil novecientos, retiré todos los crucifijos del instituto, en su lugar no se puso nada, ni nadie dijo nada al respecto. Es ineludible obligación el retirar los iconos de cualquier religión ¿de cuántas religiones son los alumnos y profesores de un centro de enseñanza estatal?

Más importante, mucho más que la anecdótica colocación de crucifijos, es la asignación económica a la Iglesia Católica, en la que entra la cruz, ¡qué cruz! en la declaración de la renta. La existencia de la misma es falta de moral (natural, humana) de ética, de vergüenza..., es corrupción al 100%. Todos los colectivos: fútbol, ciclismo, atletismo, cazadores, pescadores, vecinal, profesional, tendrán que tener su cruz. Ah, y todas las religiones... pero no, ninguna cruz, solo Hacienda dispondrá.

Es ser católico, creyente y practicante, decidir individualmente del dinero de la Hacienda Pública, del dinero de todos y cada uno de los contribuyentes, pues la cantidad que resulte que hay que ingresar en Hacienda, a ella tiene que ir en su totalidad, y punto. Después, que cada uno entregue a su religión, partido político, equipo de fútbol, asociación de tal o cual... lo que quiera de su bolsillo, no del dinero de los demás. Ah, el campo de fútbol de San Mamés del Bilbao, era "cátedra del fútbol", pero de un tiempo a esta parte, se está intentando, con obsesión teocrática, enfermiza, patológica, sea "catedral".

CARTAS AL DIRECTOR

Nota aclaratoria

Francisco Calvo Piris

Cáceres

En el periódico del pasado día 29, en la carta alusiva a los exámenes de conducir hay que aclarar que quienes molestaban al examinador eran los familiares de las personas que iban a examinarse, no que fueran familiares del examinador.