DESAPARECIDOS EN LA GUERRA

Garzón y el ajedrez

Pedro J. Piqueras

Correo electrónico

Durante las vacaciones de verano he pasado algunos ratos jugando al ajedrez con un pariente, como todo buen jugador, mi pariente, pretendía aparentar saber poco, después resultó que el que no sabía era yo.

Leyendo estos días la prensa ha aparecido con frecuencia la jugada de Baltasar Garzón, este quiere investigar los muertos durante la guerra civil en el bando nacional. Pensando en el tema me ha venido a la cabeza las jugadas de ajedrez de este verano, el juego que empleaba mi familiar, jugaba con blancas; las blancas salen primero y claro siempre llevan ventaja sobre las negras que se quedan a merced del jugador que inicia la jugada. Pienso que en este caso Garzón sale con blancas y no respeta las jugadas de las otras figuras, siempre tendrá ventaja y en este caso más, por cuanto que hasta el tablero es suyo o, al menos, eso parece.

Hay otros jugadores que jugaron pero hicieron trampa. Me refiero a que al parecer "El juez de la Audiencia Nacional no ha mostrado intención alguna de recabar información de los desaparecidos y fusilados en el bando republicano". Sin duda Garzón quiere jugar con las figuras blancas y no dejar jugar a las negras. Pienso que no tiene sentido, si se actúa con rectitud, investigar sólo a los de un bando y no a los de los dos.

¿Juega o no juega con ventaja Baltasar Garzón, si juega siempre con blancas?

FIESTAS EN PUEBLOS

Sin accidentes

José María Collados

Correo electrónico

Durante estos días los vecinos de las ciudades abandonamos la urbe para acudir a nuestros pueblos y, en especial, a sus fiestas. A su vez, nuestros lugares de acogida presentan sus mejores galas y muestran una situación ya casi perdida de vida, juventud y frescura. Sin embargo, esta alegría generalizada en demasiadas ocasiones se ve interrumpida por accidentes de tráfico especialmente de gente joven. Inconscientemente vamos de fiesta en fiesta, de pueblo en pueblo, sin tener en cuenta que esa máquina que llevamos entre manos y que nos facilita los viajes también puede ser la causa de nuestra muerte. En los pueblos, el sentimiento de vecindad es mucho más fuerte que en la ciudad y, por tanto, siempre se puede pedir a alguien que no beba que nos lleve en el coche. También podemos turnarnos la ocasión de llevar el coche entre los amigos y, cuando hay posibilidad, contratar un taxi entre unos cuantos. Pero por parte tanto de las distintas administraciones como de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad también se debe dar un paso más. A los primeros hay que exigirles un esfuerzo poniendo a disposición de los jóvenes transportes públicos que se vayan turnando entre los distintos pueblos de fiestas ya que en muchas ocasiones no existe ni un taxi. A nuestra policía y Guardia Civil hay que requerirles más controles de alcoholemia y de velocidad que haga que sea mucho más difícil conducir habiendo bebido y, sobretodo, disuadan a la gente para que no beba. Pongamos todos de nuestra parte para que ninguna fiesta de ningún pueblo tenga que ser suspendida a causa de un accidente.

PROFUGO DE LA JUSTICIA

La fuga del abogado

Mar Sánchez

Correo electrónico

El polémico abogado Rodríguez Menéndez, --tardaba mucho--, se dispone a protagonizar una más de sus rocambolescas jugarretas, por si no eran suficientes las anteriores a las que nos tenía acostumbrados.

Se encontraba interno en una cárcel coruñesa tras haber sido condenado en firme tiempo atrás, cuando, sin pensárselo dos veces, se aprovechó un permiso de cuatro días concedido por el juez de vigilancia penitenciara de turno, pese a las advertencias y el criterio de los expertos de la prisión, no regresando al internado ni dando señal de vida alguna, la fecha que le correspondía.

Y es que, en la actualidad no se sabe a ciencia cierta si, solo, o acompañado de su último conocido abogado defensor, por cierto tan polémico como él, (Dios los cría y ellos se juntan), dónde ha podido sentar sus reales. Lo único que es cierto de la presente historia es que, nuevamente, ha conseguido poner en jaque a toda la Justicia española, que se ha visto obligada a dictar de manera inmediata una orden de captura contra el letrado prófugo. Estaba cantado.