Primaveranegra

Primavera oscura, de enormes pajarracos verdes sobrevolando nuestro espacio aéreo.

Primavera de sangre, corre sangre de inocentes, a costa de oro negro.

Primavera de bolsa, de políticos preocupados por cómo reacciona la economía. ¡Qué frialdad la suya!

Primavera de números, números de bajas humanas, cada uno nos cuenta las que le viene en gana.

Primavera de manifestaciones, de gente en la calle con sus proclamas, en las que unos aprovechan para romper escaparates y otros, sin mirar a quién, a diestro y siniestro repartir estopa.

Triste primavera, sin color, sin aroma, ¡primavera negra!, teñida de dolor, de sangre, de bombas, ¡no es ésta la primavera que estábamos esperando!

¡No a la guerra!

MARIA ZARZA RUIZ. Cáceres

El señor Arévaloy la guerra

Hace escasos días, un tal Julián Arévalo (posible seudónimo tras el que parece esconderse un fiel devoto de la derecha extremeña) acudía al insulto para descalificar una carta mía contra la guerra, que apareció en este periódico el día 10 de los corrientes.

1.--Cuando se carecen de argumentos para defender determinadas tesituras, ciertos individuos acuden no sólo a salirse por la tangente, sino a calumniar, mentir, tergiversar y reprimir. Aplíquese el cuento, señor Arévalo, que "no ofende quien quiere, sino quien puede".

2.--Lamentablemente, con motivo de esta ignominiosa guerra contra Irak, muchos dirigentes, a los que se les llenaba la boca hablando de centrismo, nos vienen demostrando lo que muchos nos temíamos: que cuando se les rasca su epidermis, salen a flote sus resabios y tics franquistas. Así, el señor Aznar ha vuelto a su papel de apologeta de las ideas ultraconservadoras y montaraces, como lo hizo en los años setenta del pasado siglo, con aquel régimen y aquel personaje que se llamaba "caudillo de España por la gracia de Dios".

3.--Los que nos consideramos de izquierdas, independientes, progresistas, republicanos e internacionalistas, no tenemos la culpa de que ustedes estén nerviosos ante la imparable pérdida de votos que vaticinan para el PP. Y es que bien dice un adagio antiguo que "quien siembra vientos, recoge tempestades".

4.--Por cierto, Extremadura, como otros pueblos de España, sabe mucho (y de ello hay gran memoria histórica) de los trallazos, luto, sangre y represión a los que fue sometida en períodos en que mandó la derecha cerril y ultramontana.

FELIX BARROSO GUTIERREZ

Caminomorisco

Deseo mayoritariode vivir en paz

La visión emocionante de millones y millones de personas, de diferentes razas, ideologías y religiones reprochando los preparativos para invadir Irak y luego el comienzo de la guerra, es una señal inequívoca de los deseos de paz de la mayoría de las naciones del mundo, y un sentimiento de repulsa hacia los promotores de la iniciativa, siendo la sociedad español, sin distinción de clases y creencias, la que con más ardor se ha rebelado, al sentirse herida por la unión de nuestro gobierno como socio muy activo en el grupo que proyectaba la invasión violenta. El total rechazo al empleo de la fuerza y el deseo de paz de la mayoría de los españoles, choca radicalmente con el beneplácito de las señorías del PP, que en el Congreso de los Diputados, con total unanimidad, aplaudieron entusiasmados las declaraciones bélicas del presidente Aznar. El convencimiento, sin la más mínima discrepancia, que evidenciaron sus señorías al votar en su totalidad a favor de la guerra, invita a los que queremos la paz a una serena reflexión para intentar comprender tanta convicción de que la solución para eliminar a un dictador, era bombardear al pueblo.

EMILIO PUIG PARCERISA. Badajoz

En política hayque saber estar

¿Cómo una autoridad como un alcalde puede decir tranquilamente que sus predecesores se han llevado catorce mil millones de pesetas y quedarse tan tranquilo? ¿Cómo podemos consentir que en base a una mayoría absoluta se tache a otros, que también cuentan con gran respaldo ciudadano, de ladrones y quedarnos tan frescos? ¿Qué moral es la que tiene una persona que al quedarse sin argumentos califica a otra de esta manera?

Independientemente de la ideología de cada persona, no podemos tolerar que se siga ensuciando la política, que haya gente que equivoque la profesión y en vez de haberse metido a humorista enlode esta digna labor de político haciendo chistes contra el honor y la honestidad de los otros ciudadanos, en cuya labor de oposición están obligados a velar por el buen funcionamiento de las instituciones y de la tarea que las urnas, de forma democrática, decidieron en su día.

Como ciudadana y militante socialista, por el bien de los compañeros en los que su honorabilidad ha quedado en tela de juicio, espero una rectificación por parte de la persona que no sólo debe respeto a su equipo de gobierno, sino al resto de los ciudadanos, sean o no de su partido.

ANTONIA MARQUEZ ANGUITA. Badajoz

Cáceres, unaciudad nueva

He de significar que ya no sólo podemos contemplar viejas piedras, palacios y demás monumentos históricos, de los cuales todos los cacereños nos podemos sentir orgullosos de ellos, sino que podemos observar que actualmente ha nacido una ciudad nueva, atractiva, dinámica y moderna.

Podemos destacar, entre otras muchísimas mejoras y logros, los siguientes: la creación de nuevos polígonos urbanísticos; un fenomenal campus universitario; accesos a la ciudad por la N-630 (carretera de Salamanca), Malpartida de Cáceres, Torrejón el Rubio; creación de nuevos parques, bien dotados de mobiliario urbano; instalación de numerosas esculturas; aportación a nuestras calles de buenos acerados, pavimentos, alumbrado en la mayoría de ellas; acondicionamiento de la subida al santuario de la Virgen de la Montaña; remodelación de nuestra plaza Mayor, plaza de España en la barriada cacereña de Aldea Moret, los aledaños de la ermita de San Blas, etcétera.

Todavía podían estar mejor nuestras ciudades si no se hubieran perdido unos valores muy importantes, éticos y morales, para poder vivir en sociedad, perdiéndose una regla de urbanidad que trata sobre el respeto a las personas y a las cosas.

¿De qué vale dotar a una pista polideportiva u otras instalaciones de elementos para una mejor práctica del deporte si en muy poco tiempo aparecen éstos (porterías, canastas, etcétera) tirados por el suelo completamente destrozados?

Aquí deberían decir algo las asociaciones de vecinos. No sólo es reivindicar, sino cuidar, educar y colaborar.

ISIDRO ANACLETO RODRIGUEZ

JIMENEZ. Cáceres