La pancartade Plasencia

Te llamé el otro día por teléfono, de arquitecto a arquitecto. Era para mostrarte mi sorpresa de que una persona que se dice tan sensibilizada con Plasencia hubiera colgado en su estudio una pancarta carente de estética y realizada muy burda y chapuceramente, en uno de los más íntimos y bonitos rincones de los recorridos procesionales. Te comenté que no quería entrar en el contenido de la pancarta, pues mi ideología liberal no me lo permitía, sino valorar únicamente la cuestión estética. Te sugerí hacer otra, con idéntico contenido, algo más cuidada.

He pasado varias veces esta Semana Santa por delante de tu estudio y la pancarta no estaba. Creí que habías recapacitado y que por el interés de Plasencia no la habías vuelto a poner. Te iba a llamar para felicitarte, cuando el Viernes Santo, cuando iba a salir la procesión, otra pancarta, tan chapucera como la anterior, colgaba de la fachada del edificio (por cierto, catalogado) de tu estudio.

Y eso, Fernando, es una actitud fascistoide de provocación. Con ella has demostrado que lo que menos te importaba eran la guerra, el alcalde, Aznar o Bush; lo que querías era provocar a la inmensa mayoría del pueblo de Plasencia, que es católico. Hacer una pancarta nueva y exhibirla sólo en esos momentos en que crees que más daño puedes hacer es de una gran bajeza moral.

Pero no acaba ahí el tema: la inclemencia del tiempo no permitió que saliera la procesión. Cuando iba de regreso a casa, estábais retirando la pancarta, con cuidado, para que no se mojara, quizá para utilizarla al día siguiente, y comprendí realmente ese aspecto provocativo, y me dio pena pensar que el Viernes Santo, cuando Jesucristo muere en la cruz perdonando, alguien pudiera seguir desafiando a todo un pueblo.

Creo que a partir de ahora no tendrás más la osadía de aparecer en esos movimientos o plataformas ciudadanas que reivindican los temas placentinos, pues realmente te has desprestigiado tú sólo, te has desenmascarado. Has intentado (estate tranquilo, no lo has conseguido) atentar contra mis creencias religiosas (no las políticas, pues como dije al principio, en ese terreno practico las liberales y no las fascistas de otros) y por ahí no paso.

MANUEL SAINZ DE VICUÑAMELGAREJO. Plasencia

El 25 de mayovotamos a personas

Anda el PP como loco tratando de apartar el cáliz que supone para sus intereses electorales la guerra contra Irak, en la que el señor Aznar y el PP han metido a los españoles. Han sido millones de españoles los que salimos a la calle para decir que ni las ansias de venganza de Bush ni la avaricia de los halcones de la Casa Blanca por el petróleo podían justificar que España apoyara la masacre. Ni los delirios de grandeza de Aznar, sólo justificados por un tremendo complejo de inferioridad, ni querer hacerse un hueco en la historia pueden ser pasados por alto.

Con estos mimbres Aznar hizo el cesto de la tragedia que costó la vida a miles de seres humanos inocentes e indefensos. Y esa decisión ha sido aplaudida o cobardemente silente por alcaldes, aspirantes y lacayos al servicio de PP.

Esos mismos que van a pedir el voto para el PP el 25 de mayo. Esos que prometerán lo que sea para estar o seguir al servicio del delirante acomplejado y/o de los sucesores para seguir a las órdenes de Bush.

Pocas voces de destacados dirigentes del PP se levantaron cuando les pudo el corazón. Por ello, el 25-M elegimos a seres humanos que deben tener sentimientos, compasión y amor con los que injustamente han sido mutilados o muertos.

El PP quiere que se vote solamente a "gestores", "inversores" y "proyectistas" para los municipios y comunidades. Pero lo que millones de ciudadanos vamos a decidir el 25 de mayo es qué ser humano queremos que nos gobierne. Aunque esto al PP no le importe.

FRANCISCO GARCIA RAMOS.Concejal socialista de Vva. de la Serena