Sin límite

a la demagogia

Con motivo del Año Europeo de la Discapacidad, muchas organizaciones comprometidas con las personas con discapacidad abren sus puertas y lanzan a la sociedad un mensaje mediante el cual pretenden que todos los ciudadanos de nuestra región sean cada vez más solidarios y entiendan de una manera más clara tanto las necesidades como las potencialidades de este colectivo. No se trata, como afirma la señora Basilia Pizarro en su carta publicada en El Periódico EXTREMADURA del día 9 de mayo, de una acción apresurada.

Lo que seguramente sea una acción apresurada es su carta. Además de escribirla como madre de una persona con discapacidad, lo hace como un mandato político del PP, del que es candidata a concejala por el Ayuntamiento de Cáceres. Sorprende, una vez más, cómo desde un partido en el que el compromiso con las personas con discapacidad no va más allá de decir que sí absolutamente a todo lo que se le propone, o esperar a las propuestas del PSOE y multiplicarlas por dos, se pone en tela de juicio la acción política de la Junta a favor de las personas con discapacidad, reconocida públicamente desde el resto del país. La diferencia, está claro, reside en que frente a una acción constatable, de nuevo se vierten argumentos pobres, basados en una propuesta política sin rigor.

Es inaceptable la valoración que hace la señora Pizarro en su carta, acusando de trato discriminatorio a unas asociaciones frente a otras, teniendo además en cuenta que esta señora ha sido presidenta de una asociación de personas con discapacidad en Cáceres, período durante el cual existieron importantes problemas de gestión. Puede estar segura, señora Pizarro, que el compromiso de la Junta es firme y avanza de manera sostenible, y que además cumple de manera escrupulosa con el lema elegido para conmemorar en Extremadura el Año Europeo de las Personas con Discapacidad: "Caminaremos más despacio, pero todos juntos".

JUAN CARLOS CAMPON DURAN

Director General de Servicios Sociales

Al dramaturgo

periodista

No sé porqué (o sí lo sé) en ese Periódico se dan cita como seudo-periodistas personajes de lo más variopinto, que con un odio generalizado esgrimen todas sus malas artes contra la Iglesia, como Corcobado, Martínez Mediero o Juan Copete (ver columna "En mi sitio", de 8-5-2003). Dice Copete en la columna antes citada unas sandeces que rayan en lo ridículo y esperpéntico, por lo que no dudo que es fiel reflejo de lo que emana su persona y, entre otras lindezas dice que "Aznar saqueó al Papa todos los rosarios que pudo para su suegra y su madre incluida", y yo me pregunto qué le fue a pedir su jefe, el señor Zapatero para él. (Se te ve el "plumero" y en tu rostro se refleja el odio civil). Tú sigue mirando a Francia, como insinúas, o donde te dé la real gana, pero ten bien seguro que en este país, antes llamado España, nadie te va a meter en la reserva espiritual sin que tú lo desees, porque el Papa ha hecho una propuesta para los malos como nosotros y tal vez no para ti que eres, según insinúas en tu panfleto correligionario, muy buena persona, pues Jesús vino a salvar y curar a lo que está perdido, a los enfermos, a los que tienen necesidad de médico y no a los sanos como los seudo-periodistas que sentáis cátedra.

TOMAS GONZALEZ HERNANDEZ.

Cáceres

Aclaración a

una llamada

Leída la publicación de la sección El teléfono del Lector, en la página 8 del día de hoy, titulada Sindicalistas de postín , quiero manifestar, con todo mi respeto, que en ningún momento he llamado a ese diario, del que soy lector habitual y denunciante, que en esa fecha no he utilizado dicho servicio para manifestar lo que se dice en mi nombre referente al líder sindicalista de CCOO, Valentín García. Nunca, jamás, he hecho esas manifestaciones, por lo que no me responsabilizo de lo publicado en dicha sección. Asimismo, me ratifico en todo cuanto dije en la misma sección del pasado 2 de mayo, donde contaba unos hechos acaecidos el 1 de mayo, Día del Trabajador, sobre las dos de la tarde, en un quiosco de cinco estrellas de la plaza de España de Mérida.

DIONISIO BLANCO GARCIA. Mérida