Religión paraquien la quiera

Cuando leí El mozárabe no sabía quién era Jesús Sánchez Adalid. Quedé encantado con la lectura del libro por la recreación, figurada o no, de la sociedad musulmana donde convivían las tres grandes religiones monoteístas. Posteriormente me enteré que era extremeño, cura y que ejercía en un pueblo de Extremadura, lo cual me enorgullece. Pero me sorprende que el autor de El mozárabe no conceda el derecho que tiene una "paupérrima minoría", según sus palabras, a no querer dar clase de religión u otra materia sustitutoria. Porque es esto y no otra cosa de lo que estamos hablando: quien quiera religión que la dé y quien no la quiera, que no la dé. Es el gobierno del señor Aznar, junto con la Iglesia Católica, los que obligan, con su mayoría, a que nuestros hijos tengan que hacer algo que los padres no queremos. Este es un Estado aconfesional y por mucha mayoría absoluta que tenga el PP, no nos puede hacer comulgar con ruedas de molino, ni, por supuesto, hacer de su capa una sotana, sin atender el derecho que constitucionalmente nos asiste y que ya ha sido refrendado por el alto tribunal en alguna ocasión.

Tiene razón cuando dice que sólo se oye al que más vocifera. De eso la Iglesia española sabe mucho, no en vano tiene una sucursal en cada pueblo y un cura que la atiende diariamente y canta bien alto desde un estrado para que se oiga mejor.

Al contrario que usted, yo no me entristezco por cómo son los demás. El triste debería ser usted, porque está en los mismos planteamientos que los Reyes Católicos. Después de 500 años, ¿no cree que sabremos ser felices sin que la Iglesia Católica nos diga cómo debemos serlo?QUINTILIANO SANCHEZ DOMINGUEZ. AlisedaPactosposelectorales

Es una vergüenza que la sociedad española soporte por más tiempo este fraude a su voluntad popular con los llamados "pactos poselectorales", que aunque sean una legalidad jurídica, son una inmoralidad ética. Es una desfachatez de los partidos hacia la voluntad de la sociedad, un truco más de nuestra democracia española, que efectivamente es una de las formas de gobierno menos mala, pero no perfecta y lo estamos viendo sobre todo a partir de los últimos comicios electorales, donde cada español ha emitido su voto para que gobierne un determinado partido político y, sin embargo, aunque un partido haya obtenido el respaldo o la mayoría suficiente para gobernar, por motivos de los pactos poselectorales no lo pueden hacer. Dichos pactos son un fraude en toda regla a la ley electoral, aunque legales y consentidos, pero inmorales y antidemocráticos, pues van en contra de la voluntad popular manifestada en las urnas; esa voluntad que a muchos políticos se les llena la boca al decirlo, pero que a la primera de cambio son capaces de transgredir. ¿Hasta cuándo la sociedad española va a seguir consintiendo tal fraude? El político que es auténticamente democrático repudia esa forma de conseguir el gobierno. Algunos partidos políticos se aprovechan de esas triquiñuelas legales para hacerse con el poder que no han podido obtener en las urnas. Basta ya de tanto engaño legal a la sociedad española. Son ya muchos años de democracia en España y aún nuestros partidos políticos no han sido capaces de aplicarse en su fuero interno la tan manida democracia intrapartido y lo que más nos irrita es que ellos no se lo aplican pero quieren imponerlo a la sociedad.JOSE GUTIERREZ. Plasencia

Agradecimientoa una integración

Somos padres de un adolescente de 15 años llamado Víctor, que dentro del autismo, padece el llamado "síndrome de asperge". Habiendo cursado los últimos tres años sus estudios en el primer ciclo de Educación Secundaria Obligatoria en el colegio público Virgen de Barbaño, de Montijo, integrado con niños normales, recibiendo educación especial.

Tanto mi esposa como yo queremos expresar nuestra gratitud y admiración hacia el grupo de profesores y especialistas que trabajan en el colegio, por la gran labor que han realizado con nuestro hijo, formándolo y educándolo día a día con unos avances espectaculares y, en su integración social, con una adaptación perfecta a su medio, conviviendo con niños normales sin perjuicios.

Nada de esto hubiese sido posible sin la existencia en el centro de un grupo docente con unas condiciones humanas y laborales excepcionales.

Por ello, creemos en la integración social en los centros de enseñanza pública de esta comunidad.LOS PADRES DE VICTOR. Montijo