Protestar esun derecho

El comportamiento del ser humano varía en función del medio y de la situación en que se encuentre. En esto estamos de acuerdo, pero, ¿por qué en ciertas situaciones no protestamos? En Hacienda, ¿es por miedo?; en cualquier entidad bancaria, ¿no tiene confianza en la gente que tiene su dinero?; en el "paro", ¿es porque no tienes nada que hacer?; en un consultorio médico, ¿es por educación?; en un centro comercial, ¿es por lástima a los empleados? Esta lista sería interminable.

La misma persona que no ha protestado en: Hacienda, banco, centro comercial, etcétera, cuando se encuentra en una oficina de Correos su comportamiento suele cambiar (no sabemos la causa). Es porque: no sienten miedo; tienen más confianza con el personal; se creen superiores a ellos; es que piensan que no trabajan suficiente; es porque creen que se les debe algo.

De todos los ejemplos enumerados anteriormente, falta el más importante: tu vida.

En un centro de salud, cuando ves que la vida de una persona está en peligro y te dicen: no hay médico, es la hora del cambio de turno. ¿Tampoco vas a protestar en esta situación?, ¿crees que no merece la pena, que no va a servir para nada?, ¿en tan poco valoras la vida?

En esta situación, protesta. Su vida está en peligro.

ISABEL VAQUERO. Cáceres

Lamentableespectáculo

Sí, así de claro y contundente: lamentable espectáculo. De nuevo se empeñan en demostrarnos que la política de partidos va por un lado (¡democracia participativa, ya!), y la realidad social por otro. Y ya no me refiero a casos como el de Madrid o el del transfuguismo de Plasencia (¡lamentables espectáculos, señores!), sino a otro que me llena aún más de indignación. Me estoy refiriendo al de los "pedigüeños de Plasencia-Cáceres"

En principio, he de decir que esos "pedigüeños" (a los que otros califican de "paquete"), son personas, incluso votantes, para que la referencia les sea más familiar. Luego entonces, lo que están haciendo con ellos es indecente, inmoral, antiético y fuera de toda norma de convivencia mínimamente razonable y racional.

Merecen un trato digno porque la Constitución Española así lo exige, y porque la Carta de Derechos Humanos así lo define. Y el espectáculo mediático que están dando los dos ayuntamientos, el de Plasencia y el de Cáceres, es de un hedor insoportable a desconocimiento de la realidad social.

La pobreza no es un mal que nadie se busque. La situación de desestructuración personal que sufren miles de personas que transitan por nuestras calles y plazas es producto de una amalgama de factores, la mayoría exógenos, que hacen que la persona pierda todo interés por mejorar sus condiciones de vida y vivir al día con nuestros despojos. Los medios son cada vez más escasos y la pobreza aumenta desmesuradamente, por más que los datos macroeconómicos muestren lo contrario. Preocúpense, pues, de encontrar verdaderas y eficaces soluciones a este problema cada vez más grave, y no busquen parches de bolsillo, porque los bolsillos de la vida de mucha gente como "los pedigüeños" están vacíos, no se les puede caer nada más de lo que ya se les ha venido abajo: su dignidad personal, su familia, sus recursos, su ánimo, su vida al fin y al cabo.

MARIANO BLANCO FERNANDEZ

Plasencia

¿Qué pasa conla línea 9?

Los usuarios de los autobuses urbanos de Cáceres estamos hartos de los continuos retrasos que venimos sufriendo diariamente al utilizar dicha línea. Retrasos que llegan a superar la media hora y que causan molestos trastornos a las personas que vivimos lejos del centro de la ciudad y que carecemos de otro medio de transporte. Por culpa de esos retrasos, llegamos tarde al trabajo, hemos perdido consultas médicas y nos lo pensamos dos veces a la hora de realizar alguna gestión en el centro. Preguntamos a los conductores, que injustamente soportan las quejas, y nos dicen que han ampliado la línea con dos nuevas paradas y que, materialmente, les resulta imposible cumplir con el horario fijado, que la empresa les dice que si no les da tiempo de hacer ocho veces la ruta, que la hagan seis o siete, lo que les obliga a "saltarse alguna vuelta" y que nos quejemos a la empresa. Bien. Si llamas a la empresa, te dicen que eso es cuestión del ayuntamiento, y éste dice que lo es de la empresa. Señores, dejen de pasarse la pelota. Nos parece muy bien que amplíen la línea, pero antes deberían evaluar si cuentan con la infraestructura adecuada, siendo esta línea una de las de más largo recorrido y menor frecuencia (un autobús cada media hora). Alguna solución habrá, o ¿tenemos que seguir acudiendo a la parada para ver si tenemos suerte y pasa el 9?

M. PAZ MARTIN RODRIGUEZ. Cáceres