El nuevo ruido de lasgrandes ciudades

La imparable evolución del hombre nos trae nuevas situaciones que éste debe regular para poder vivir en comunidad; a lo que me voy a referir no creo que tenga que ver nada con la evolución, más bien tiene que ver con la dejación, la mala educación, el egoísmo, la vanidad y un amplio repertorio de conceptos que cada cual puede desgranar del amplio vocabulario de la lengua castellana.

Me refiero al nuevo ruido, a esos sonidos musicales (casi siempre) o no, que a gran volumen salen de los vehículos parados o circulando por nuestras calles (incluida Plasencia) a cualquier hora del día o de la noche.

Los viejos ruidos siguen totalmente vigentes en nuestras calles, como es el que producen ciclomotores y motocicletas con sus tubos de escape rotos o modificados; muy poco han hecho nuestras autoridades municipales para solucionar este problema medioambiental.

¿Van a seguir así con el nuevo ruido? ¿Se han enterado de que existen estos ataques al medio ambiente, lo que equivale decir a nuestra salud?

El nuevo consistorio placentino debe hacerse eco del problema medioambiental y ponerle remedio, consensuando actuaciones entre todos los grupos políticos, haciendo cómplice al resto del tejido social, encaminadas a reeducar y educar al ciudadano y sancionarle si éste no reconoce el daño que produce con sus emisiones ruidosas.

Esto lo demanda la gran mayoría de vecinos y ciudadanos a la que la minoría del sin sentido machaca con su falta de escrúpulos en su comportamiento social.

La gran mayoría de ciudadanos normales esperamos soluciones y mientras tanto sufrimos.TOMAS JIMENEZ MARTIN. PlasenciaEl enigma delpersonaje capaz

Dice el catedrático de la Universidad de Extremadura, Angel Robina, en su artículo del pasado sábado día 4 de los corrientes, que "...a la hora de transmitir la opinión escrita a los demás, si se utiliza un lenguaje (...) con formulaciones alegóricas mediante recursos indiciarios, incluso a través de mensajes crípticos, se puede conseguir que quien se asome a su lectura opte por desengancharse...".

Ante tal afirmación --que comparto-- y para que algunos lectores no se desenganchen de la lectura de sus artículos públicos, si me lo permite, solicitaría al señor Robina, con todo respeto, que por favor, si fuera tan amable, nos desvelara el enigma sobre el personaje capaz que nos plantea en el último párrafo de su artículo, pues creo que de nada serviría introducir "interrogaciones en la imaginación de los demás" si finalmente no hubiera algún tipo de respuesta, y sólo él y el aludido saben de qué se está hablando.FRANCISCO JAVIER BENAVIDES. Cáceres

La fuerzadel Papa

Perdonen si les molesta mi opinión sobre un tema que considero de candente actualidad, pero desde hace unos días no puedo informarme sin topar con determinadas opiniones que, de tanto repetirse una y otra vez, terminan cansando: que se jubile Carol Wojtyla, que se retire Juan Pablo II, pobrecito, si da pena...

Ya sabemos que de salud Su Santidad no está bien, que ha trabajado mucho en esta vida, que se tiene merecido un descanso, pero, por favor, que no me lo digan más, que ya lo sé.

El Papa no impone sus ideas y por tanto no va a cambiar las suyas por las opiniones vertidas en los medios de comunicación. Digamos que, aunque quieran imponerle el retiro, él "lo tiene muy claro".

Y a todo eso, ¿no es Juan Pablo II el mismo Papa al que gritaban miles de jóvenes tan sólo hace unos meses "Tú eres joven"? Yo estuve en Cuatro Vientos y lo vi. La fuerza del Papa no es física. Es otra cosa.ARNALDO PONS