Unificaciónde cuerpos policiales

Si analizamos los resultados sobre las políticas de seguridad puestas en marcha por el Gobierno del señor Aznar, nos encontramos con: no han reducido la delincuencia, no han mejorado la calidad de los servicios, no han conseguido aumentar las sensaciones de seguridad, no han ampliado las plantillas policiales, no han aumentado las dotaciones presupuestarias, las cuales han estado sufriendo continuos recortes, no han bajado los índices de criminalidad, de infracciones penales, de delitos, faltas, etcétera, e incluso han alcanzado niveles jamás conocidos. Todo ello nos da una realidad y es que el actual modelo policial está en crisis, es poco eficaz y, además, es muy caro.

Tenemos demasiados cuerpos policiales, cada uno de ellos diferentes, con funciones y competencias definidas. En un mismo territorio en ocasiones operan más de uno y sin que ellos lo sepan, e incluso en un mismo caso. A esto se le denomina descoordinación y duplicidad.

Para poder afrontar hoy en día los retos que la sociedad impone, es necesario que los cuerpos Nacional de Policía y Guardia Civil se unifiquen en un mando único y que el resto de cuerpos policiales colaboren con ellos de forma que se simplifiquen, racionalicen y coordinen los servicios.

Es lamentable escuchar al señor Aznar, que ha demostrado que para él la inseguridad ciudadana no ha sido considerada como política prioritaria y que ha incumplido sus promesas electorales para combatirla, defender la tradición por encima de la eficacia policial, cuando ésta sí que debe ser prioritaria para garantizar la seguridad de las personas y bienes en el más amplio sentido de la palabra.

La unificación no debe pasar necesariamente por la desaparición de la Guardia Civil y sí el pase de los miembros que lo deseen a formar parte de una policía de carácter civil, que conjuntamente con una necesaria reforma de la ley actual haga posible la creación de un cuerpo de seguridad que pueda garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos.

JOSE CATALAN CORCHADO. Cáceres

¿Se despeja elcamino del tren?

Parece ser que el debatido tema del tren de alta velocidad que unirá Lisboa con Madrid tiene una esperanzadora salida de la vía muerta en la que durante muchos años ha permanecido. La solución definitiva del proyecto del trazado y los enlaces están a punto de quedar reflejados en un acuerdo final.

El periódico lisboeta Diario de Noticias publicaba el pasado día 7, en la página 35, la siguiente información: "Alta velocidad. La conexión Lisboa-Madrid se realizará por Badajoz en detrimento de Cáceres, apuntada inicialmente como paso preferido por las autoridades portuguesas. Elegir el paso por Badajoz se hizo después de llevar a cabo diversas negociaciones".

Para el próximo día 15 de octubre, el ministro de Fomento español se desplazará a Lisboa para concretar con Carmona Rodrigues, ministro de Transporte portugués, los últimos pormenores anteriores a la realización de la cumbre ibérica, acordada para el día 7 de noviembre.

En la cumbre, Aznar y Durao Barroso tienen previsto efectuar el anuncio oficial de las cuatro conexiones ferroviarias entre los dos países: Lisboa-Madrid, Oporto-Vigo, Oporto-Aveiro-Viseu-Salaman- ca y Faro-Huelva. El terminal de alta velocidad quedará instalado en la localidad de Chelas y la conexión con Madrid se realizará por la margen derecha del Tajo para proseguir hacia Carregado y posteriormente continuar hacia Evora, Elvas y Badajoz. El comunicado continúa diciendo que al abandonar la conexión por Cáceres el proyecto se abarata, ya que Portugal no tendrá que soportar los costos por la construcción de la red dentro del territorio español.

A través del Alentejo, que presenta una orografía menos accidentada que por el centro, el presupuesto del kilómetro de vía de alta velocidad puede oscilar entre los tres y cuatro millones de euros. En el corredor Lisboa-Oporto, los valores del costo estarían entre los 15 y los 20 millones de euros por kilómetro de vía. En el artículo queda reflejada la velocidad que alcanzará, 220 kilómetros por hora.

A partir de ahora se puede esperar la concreción de lo que hasta la fecha han sido promesas, ilusiones, esperanzas y desilusiones que han durado más de 15 años.

¿Quedará definitivamente fijado el trazado en la cumbre del 7 de noviembre? Esperemos que no surjan sutilezas de última hora que demoren de nuevo el acuerdo.

ANTONIO MEDINA DIAZ. Badajoz