¿Transportepúblico?

Yo utilizo el bus del campus. No soy una heroína, simplemente una trabajadora que debe desplazarse a la universidad. Pero últimamente, intentar llegar a tu puesto de trabajo utilizando el transporte público, es sencillamente embarcarse en una aventura. Dicho servicio, que se utiliza para que puedan desplazarse hasta la universidad diariamente estudiantes, trabajadores y todo aquél que deba acudir a ella es patético, vergonzoso, rácano, deprimente y podría completar varias páginas más.

Tiene toda la razón un artículo anterior que lo comparaba con "el transporte de ganado", ya que sencillamente es vergonzoso tener que ir hacinados como auténticos animales, introducidos en el autobús a verdaderos empujones, sobrepasando su capacidad por mucho que se empeñe el desconsiderado conductor a voz en grito, que siempre cabe más gente, y expuestos a que pasen accidentes (como ha ocurrido).

Te puedes tirar una hora desde que sales de casa hasta que llegas a trabajo, como si vivieras en Madrid, y todo ello si consigues subirte a estos transportes de animales, ya que si intentas coger esta línea en alguna parada más allá de la Cruz, ya puedes ir buscando un taxi si quieres llegar a tiempo a clase o al trabajo.

Esta línea de autobús debe ser la única que dé beneficios a la empresa Busursa, que se encarga de llenar páginas de periódicos para llorar al ayuntamiento por su déficit. Pues bien, yo me alegro de que tengan pérdidas y más que serán, como sigan ofreciendo un servicio tan ignominioso.

ANA CARMEN MAESTRE

Cáceres

Jola, tresmeses después

El fuego ha devastado un paraíso y nadie vino a evitarlo. Jola fue asolada por el fuego. Era un paraíso por el que los años no pasaban, un gran manto verde de pinos altos y fuertes. Un lugar que muchos tenemos la suerte de conocer, un hermoso paraíso a punto de extinguirse el pasado mes de agosto. Se veía venir, ya que Portugal llevaba ardiendo varias semanas a escasos kilómetros de Extremadura, y nadie preparó ni reforzó las fronteras para luchar contra un enemigo que es capaz de, en horas, acabar con algo que tardamos siglos en conseguir: la naturaleza que poseía este lugar, de un valor incalculable. El fuego, sí, una vez más ha sido el fuego, el enemigo de los árboles, de los animales y también del hombre, impotente ante lo que se ve, algo que termina en un momento con todo lo que él ha conseguido en años.

Jola no había conocido en siglos lo que podía hacer el fuego, pero en horas lo ha vivido y ojalá jamás lo vuelva a vivir.

Quisiera gritar el dolor que están viviendo en estos días Jola y sus habitantes, pero es tanto que no puedo. ¿Por qué se ha permitido? Se oyen palabras, pero el tiempo pasa y todo sigue igual. ¿Dónde están los hechos?

M. DEL MAR GONZALEZ HOLGADO

Aldea de Jola (V. de Alcántara)

Viviren Badajoz

Soy un joven de 21 años enamorado de Badajoz. Me gusta todo lo relacionado con mi ciudad y sus gentes, aunque no por ello desprecio al resto de Extremadura. Pero me molesta mucho comentarios y artículos que hacen personas como Miguel Murillo, que sólo por ser conocido en el ámbito cultural se permite el lujo de escribir sobre lo que le da la gana relacionado con la ciudad de Badajoz y casi siempre hablando de aspectos negativos, dando a entender que nuestra ciudad no vale la pena, y con artículos en mi opinión estúpidos, como el de "Morir en Badajoz".

Pues mire, señor Murillo, he nacido en Badajoz, vivo y espero vivir mucho en Badajoz, y me sentiría orgulloso de "morir en Badajoz". Y no me da ninguna vergüenza defender a mi Badajoz, que bastante ha sufrido ya. Déjese de criticar y haga algo para progresar. Cualquiera que lea sus artículos se le quitarán las ganas de venir a esta estupenda ciudad que, con sus virtudes y defectos, merece la pena.

Lo dicho, a Badajoz como a las lentejas, ¡si te gustan las comes, y si no las dejas! A mí me encantan, y porque a usted no le gusten no quiera que a los demás tampoco le gusten.

¡Viva mi Badajoz! y toda Extremadura y sus gentes, aunque haya algunos que se avergüencen de ella.

ABEL LAGAR HURTADO

Badajoz