Reflexiónpara todos

Leo con estupefacción y asombro la noticia del libro titulado "Euskal Herriko personaiak" (Personajes de Euskal Herria), que ha sido subvencionado y autorizado por el Departamento de Educación del Gobierno vasco, destacando en el citado libro a 10 etarras, tildados de "luchadores" y omitiendo cualquier crítica al terrorismo, no citando los atentados en los que fueron parte activa y, en fin, ocultando información relevante como que esos señores han matado o han sido dirigentes de la banda o ideólogos de la misma.

Pero lo gracioso del asunto es que este libro ha recibido una subvención del Gobierno vasco y que es concebido como material de apoyo para la enseñanza secundaria.

Reflexionemos todos ahora que está próximo el XXV aniversario de la Constitución; primero, el conflicto de las aulas queriendo establecerse la educación en esa comunidad como un gueto puro y vasco, pues otros niños de otras provincias se considerarían como verdaderos emigrantes allí. ¡Qué absurdo! Y ahora esto, el material escolar de apoyo que utilizan por autorización del Gobierno vasco. Quieren fomentar, como ellos llaman, "la lucha armada", en vez de educar en valores para la paz, la justicia, la libertad, el amor. Quiero que reflexionemos sobre quién permite esto.

Hace tiempo que leí en Cáceres un cartel que ponía: "Hay que educar a los niños para no tener que castigar a los hombres". Por favor, no más hombres armados, más comeduras de coco, más divergencia y desigualdad...M. TERESA YUGUEROS CORRAL. Navalvillar de IborYo soyaquel negrito

A la cartelera teatral de Extremadura llega un espectáculo de gran vigor imaginativo. Se trata de Yo soy aquel negrito , obra que viene de la mano del dramaturgo Miguel Murillo, que es quien firma el hermoso texto de esta singular pieza teatral. Yo soy aquel negrito está destinado a ser el bombazo de la temporada 2004 en Extremadura. Sendos preestrenos en Don Benito y Mérida (donde las entradas se agotaron en apenas media hora) así lo presagian. Y es que en las dos ciudades hubo que colgar el cartel de "No hay localidades". Esta obra se beneficia del uso de los medios audiovisuales para crear una entrañable coreografía trufada de remembranzas con canciones y anuncios publicitarios de los últimos cincuenta años de la Historia de España. Condensado todo ello en ochenta apretados minutos, llenos de dulce ironía y un puntinto de melancolía. En definitiva, una obra que hace las delicias de pequeños y mayores, proporcionando una velada inolvidable.TEOFANES GALAN SANCHEZ. Badajoz

Siete meses paraun análisis de sangre

El pasado 12 de noviembre acudí a la consulta 3 de Ginecología del hospital San Pedro de Alcántara para una revisión. En la propia consulta se me realizaron varias pruebas (ecografía y citología), al tiempo que el médico solicitaba una analítica completa para poder determinar el tratamiento a seguir. Cuál es mi sorpresa cuando días más tarde recibo una citación de dicho hospital para hacerme un análisis de sangre el 1 de junio del 2004 (transcurridos ya siete meses) y acudir de nuevo a consulta de Ginecología el 21 de junio del 2004, es decir, ocho meses después de mi primera cita. No puedo por menos que manifestar mi absoluto rechazo por algo que considero un atropello a mi derecho a recibir una asistencia digna y de calidad. ¿Es que tengo que ir una noche con una hemorragia al hospital para que me hagan la analítica que necesito?

Hace unos días, los responsables de la Consejería de Sanidad se alegraban por la reducción de las listas de espera para algunas cirugías. Pero si yo tengo que esperar siete meses para una análisis de sangre, no quiero ni pensar en la angustia que padecen los cientos de enfermos que esperan una intervención y que ven muy limitadas sus vidas por la enfermedad. Mi enfermedad no es mortal, pero creo que tengo derecho, igualmente, a una atención digna. Quizá sea una aspiración irrenunciable soñar con tener un paciente por habitación, pero señores del SES, para muchos de esos pacientes lo prioritario ahora es que se nos atienda con la mayor brevedad posible y en condiciones dignas.M. TERESA GOMEZ PEREZ. Cáceres