LA MARCA JESUS

Monjas perplejas

Emilia Novas Soler

Madrid

Tras la liberación por la policía de unas jóvenes que llevaban tiempo queriendo salir de su convento, las Mercedarias Descalzas de Santiago han mostrado su "perplejidad, dolor y consternación". Curiosa sorpresa, cuando las víctimas eran nada menos que tres personas adultas, y hace tiempo que pedían salir, y se les retenía su pasaporte, de la India, y se les amenazaba diciendo que si salían serían expulsadas de España. Hecho confirmado esos días por un caso parecido de una joven de Kenia, a la que su superiora denunció a la policía al dejar el convento. Confieso que yo también estoy perplejo de esa interpretación del Evangelio. Y más aún de que en una España en que por fin se va imponiendo la Justicia "hasta" a una infanta, estos hechos puedan quedar impunes. Eso parece haber ocurrido también con los escándalos de varias monjas que han querido usurpar el voto de ancianos, o las que ocultaron en Zaragoza millón y medio de euros en dinero negro en bolsas de basura hasta que les fueron robadas. Yo las condenaría además por usurpar la marca Jesús para cometer esos delitos.

CONTRA PODEMOS

El desliz del PP

Alejandra Brea Romero

Madrid

El portavoz del PP en el Congreso, en un antológico desliz freudiano, proyectando en los demás lo que uno mismo hace, ha acusado a Podemos de usar "el manual del golpista" en su petición de ocupar algunos resortes del poder. No sé si Podemos conoce ese manual, y lo que haría entonces; pero de lo que no cabe duda es que el acusador lo conoce muy bien y que el PP ha empleado todos esos resortes y más, que tiene desde hace cuatro años, para forrarse, aplastar a la oposición en el Congreso, apoderarse de los medios de difusión públicos y amordazar a los ciudadanos en la calle. Si eso no es un golpe de Estado en un país democrático, que venga Dios y lo vea.

pFRANCISCO RIVERA

nToreros al desnudo N

Teresa Herrera Romeo

Madrid

Por supuesto que tiene razón el "matador" --no puede ser más apropiado aquí este alias-- al decir que su conducta ha sido aprovechada por los antitaurinos --ya más del 80 por ciento entre los jóvenes y creciendo con rapidez-- para denunciar el toreo. Máxime porque no se trata de un hecho aislado de un imprudente Francisco Ordóñez, sino que muchos toreros se han solidarizado con él, mostrando que por fama y dinero no sólo con capaces de exponer su vida, sino también la de sus indefensos hijos. Crecido con ese apoyo que pone al desnudo sus pocos escrúpulos, Rivera afirma que puede decidir dónde se ve --y lo que hace-- a su hija, como si los niños, como en tiempos bárbaros tan lejanos, no tuvieran derechos ya legalmente reconocidos. El colmo es que un fiscal lo bendiga diciendo que no veía indicios de que su hija hubiera corrido riesgo, como si una vaquilla no hubiera matado incluso a un torero como Antonio Bienvenida; otro sangrante ejemplo de la ley del embudo, que hay que esperar sea recurrida de inmediato por los verdaderos defensores de los niños.