FUMADORES

No en horario laboral

Jordi Bosch

El Masnou

Aunque parece un tema ya antiguo hay algo que no entiendo: cómo nuestro Gobierno permite que los trabajadores pierdan entre 20 y 40 minutos cada día, de media, en salir a fumar en horario de trabajo, y más teniendo en cuenta que es perjudicial para la salud. Además es discriminatorio para los que no fumamos, ya que mientras los fumadores disfrutan de su cigarro, sus compañeros seguimos trabajando, porque los fumadores también van a desayunar, a hacer su café, etcétera. Yo propongo que las empresas paguen tratamientos a sus empleados para que dejen de fumar y que los subvencione el Estado. Así las empresas recuperarían productividad y el Estado tendría menos gasto sanitario.

POLÍTICA

Hombres feminizados

Uqui Permui

Santiago de Compostela

Hace unos días, Pablo Iglesias levantó la polémica declarando que «la feminización de la política no se logra con más mujeres en cargos de representación», sino que hay que esforzase en construir comunidad y en incorporar el cuidado de la familia a la política, creando redes de apoyo sociales. El problema es que en los tiempos que vivimos, en el que el 85% de la cúpula política son hombres, creo que no es cuestión de elegir cuál es la mejor opción para feminizar la política, porque se necesitan todas. Todas, y simultáneamente, son importantes.

En realidad, la polémica es la vieja discusión sobre las cuotas. Es evidente que si las mujeres no dejamos de ocuparnos del cuidado de la casa y la familia no podremos dedicarnos a cargos de responsabilidad en las empresas ni en la política.

Es por ello que, además de políticas sociales y comunitarias, es urgente que los hombres se feminicen, como reconoció Pablo Iglesias cuando se desencadenó el debate diciendo: «Soy el primero que se lo tiene que aplicar».

Está bien reconocerlo, pero mejor sería hacerlo. Y no lo digo solo por Pablo Iglesias, creo que la idea de que de nada sirve poner como portavoces a mujeres si éstas no están feminizadas lo piensan muchos hombres y mujeres, empeñados en exigir a las mujeres un grado de perfección que no se les pide a los hombres. Si es así, ¿podemos empezar entonces a exigir que dimitan todos los hombres que no están feminizados?