LAS HORMONAS

La noradrenalina y la serotonina

Pepe Extremadura (catautor extremeño)

Se ha dicho siempre que la cara es el espejo del alma, pero ahora gana fuerza la teoría de que la cara es también algo así, como el espejo de la salud. Todos hablamos de nosotros mismos a través de los ojos, la boca, los gestos, etcétera.

Yo creo que actualmente está cambiando el concepto de la belleza facial.

Si hago tal afirmación es porque acabo de enterarme que el prestigioso doctor américano Wander Maselen ha descubierto que hay dos hormonas cerebrales, la noradrenalina y la serotonina, que influyen de manera positiva en nuestro semblante, puesto que estimulan los nervios faciales y mantienen de algún modo encendida una especie de vivacidad en el rostro.

De ahí que a partir de ahora, no deba resultar extraño que en el hogar de cualquier matrimonio bien avenido, se levante la esposa y le diga a su querido esposo: «querido, ¿qué tal tengo hoy la serotonina?». Y el esposo estará obligado a contestarle que muy bien.

Según el afamado doctor, la serotonina ejerce un efecto tranquilizante, mientras que la noradrenalina es excitante.De su interacción se derivan estupendos beneficios para nuestra cara y le confiere un aspecto más juvenil.

Véase el caso de los que habitualmente sonríen y dan esa sensación agradable de vida.

No olviden que el sedentarismo apaga los ardores del gesto y puede provocar un cierto inmovilismo mental, físico y estético. Lo ideal, por tanto, es que esas dos hormonas nos trabajen la faz de una manera armoniosa.

Un rostro de los llamados vivos lleva impresos numerosos mensajes para los demás. Quien aprenda a leerlo lleva mucho ganado.

¿Y si nos equivocamos en la lectura? Porque luego resulta que alguien muy sonriente y relajado en apariencia resulta que tiene una mala baba de armas tomar. No suele ser el caso, pero...

Recuerde que un famoso escritor dijo esta atinada frase:

«La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y admirarla». Y Picasso dejó dicho con rotundidad: «No me importa la belleza».

Finalmente, pienso que no está de más alertar a los guapos sobre esas dos hormonas llamadas noradrenalina y serotonina, y que todos debemos cuidar (el escaparate) del rostro, teniendo siempre bien presente que el talento dura más que la belleza.

A mí, que quieren que les diga, pero el rostro, el corazón y el talento se me iluminan siempre cuando escucho a mi santa madre decirme con profundo cariño: «Hijo mío, guapo, rico e inteligente». !Que más puedes pedir Pepe!