TLtos portugueses han tendido una espesa sábana para aislarse del mal de Europa, y la primera sorpresa que han tenido es que ha aparecido la figura del carterista.

Se sabía que el carterista tenía sus reales sobre Lisboa, pero con la llegada de las manadas europeas, el carterismo ha dado la cara en la nación siamesa. Sólo en el partido de España y Portugal, la policía recogía más de doscientas carteras, que los carteristas arrojaban a la basura una vez rescatados los dineros y tarjetas. Los teléfonos por cierto, de éstas, han echado humo estos últimos días. ¿Por qué? ¿Por qué el carterista, donde nace, cómo se hace...?

El carterista casi ha desaparecido en España. ¿Es una buena noticia...? Regular. Regular porque quizás hemos avanzado en la desaparición de este personaje de zarzuela, pero lo hemos cambiado por el extorsionador y el asesino.

El carterista es un personaje pobre que refleja a una sociedad, como es la portuguesa, que se tambalea con el sólo hecho de hacer los presupuestos equilibrados, y aparecen estos personajes, que te desequilibran el tuyo personal mientras se equilibra el nacional.

En España también tuvo el carterista su solar, pero la lotería primitiva y los pelotazos de Mario Conde cambiaron el chip nacional. El dinero de una cartera lo consigues hoy con una tarjeta Visa de Banesto, que sacas lo que necesitas y ya lo pagarán tus deudos después de tu suicidio o de tu muerte. El carterista no nace, se hace. El carterista es muy pobre aunque te dé un disgusto, además de perder el partido el equipo español. La euforia portuguesa es la euforia del que te roba la cartera.

*Escritor