Está claro que estas Navidades están siendo especiales para una gran parte de los habitantes de Oliva de la Frontera. La alarma social que los terribles acontecimientos del pasado 17 de diciembre han provocado en la mayoría de la población, planea como una tenebrosa sombra sobre nuestras cabezas, como si de un mal augurio se tratara. Son tantos los interrogantes que los lamentables hechos de ese fatídico día suscitan, que, aun conocedores del clásico retraso al que los tribunales de justicia nos tienen acostumbrados, los ciudadanos de este pequeño y tradicionalmente tranquilo pueblo del suroeste, anhelamos con verdadero interés sus dictámenes, con la esperanza de que un día podamos volver a dormir tranquilos y a vivir en la normalidad que los hechos acontecidos el 17 de diciembre nos arrebataron de forma cruel y despiadada.

Hasta el momento, son muchas las cosas que hemos escuchado en torno a la tragedia que nos tocó vivir ese día, y sin embargo, ninguna de ellas responde a versiones oficiales y/o verdades demostradas que ayuden de alguna manera a que el olvido y el futuro se abran paso. Somos muchos los que deseamos que cuestiones que hoy permanecen nubladas, sean aclaradas cuanto antes, empezando por la más acuciante sin lugar a dudas: ¿pudieron haberse evitado los terribles hechos que amedrentaron a toda la población de Oliva esa siniestra mañana?, ¿qué había sucedido la noche del sábado anterior entre El Bueno y la Guardia Civil? El propio alcalde de la localidad se refería en los medios a este suceso calificándolo de "encontronazo" ¿A qué se refería exactamente? ¿Debieron los agentes detener al presunto homicida esa misma noche (la del sábado) y así posiblemente haber evitado lo que por desgracia sucedió sólo una horas después? ¿Es cierto que algunos vecinos de la calle donde tuvo lugar la tragedia habían alertado a las Fuerzas de Seguridad horas antes del trágico suceso, debido a que el presunto homicida ya estaría dando muestras de no actuar conforme a la legalidad, quitándole la vida a varios animales de los propios vecinos? ¿Y, en tal caso, cual sería la razón por la que dichas fuerzas no acudieron en el momento de la supuesta alerta? Algunos medios han publicado que el guardia civil que mató a José Manuel había realizado previamente un disparo a la pierna de éste y pusieron en boca de la delegada del Gobierno tal afirmación, pero entonces, ¿cómo es que Carmen Pereira señaló en su primera rueda de prensa que el disparo intimidatorio había sido "al aire"? ¿Por qué hay restos de impacto de bala en el suelo de la calle donde sucedieron los hechos? ¿Es que acaso hubo tres disparos? ¿Resultaba imposible realizar más disparos a la pierna del asesinado o a otros puntos no vitales de su cuerpo? ¿Por qué la delegada del Gobierno habló sólo de la actuación de un guardia?, ¿no había más efectivos en el lugar?, ¿cuál fue la actuación de los demás miembros de Guardia Civil y policía local, si es que estaban? En fin, como vemos, un montón de dudas que la investigación, que ahora se encuentra bajo secreto de sumario, tiene por fuerza que aclarar lo antes posible. Somos muchos los que descartamos un hipotético, digamos cierre en falso de la historia, y estamos ansiosos de saber la verdad; toda la verdad, y nada más que la verdad.

José M. Gañán González **

Oliva de la Frontera