El anecdótico caso de que una patrulla de la policía local de Cáceres persiguiera a una usuaria del transporte urbano a su casa para que ésta les mostrara el DNI tras haber montado una trifulca en el autobús no deja de ser curioso. La verdad es que perder media hora en ese trabajo con el lío que hay en la ciudad cada mañana, y más ahora en feria, no sabemos si entenderlo como celo profesional o que estaban aburridos.