WEw l rey Juan Carlos y el presidente de la República portuguesa, Anibal Cabaco Silva, además de los presidentes de los gobiernos de los dos países, inauguraron el pasado viernes en la localidad portuguesa de Braga el Laboratorio Ibérico de Nanotecnología, en el cual trabajarán 300 investigadores de todo el mundo en un campo tecnológico que se prevé decisivo para la nueva economía, basada en la investigación y en la innovación.

La noticia tiene su importancia para Extremadura, pues el centro científico de Braga es el primero de los dos que ambos países ibéricos han acordado construir; el segundo es el Centro Ibérico de Energías Renovables, cuya sede está ya decidido que sea Badajoz. Este centro, que se centrará en la biomasa y en las posibilidades de desarrollo de los coches eléctricos, fue uno de los resultados de la cumbre ibérica de Zamora y cuyo proyecto contempla abrirlo en el 2012. Empezó con buen pulso y se nombró al director, Antonio Sá da Costa, un hombre de prestigio en el campo de las energías renovables, cuya asociación ha presidido en Portugal. Sin embargo las últimas informaciones, recogidas esta semana por el consejero de Industria en el ministerio español, ensombrecen el calendario previsto: de nuevo, como en el caso del AVE, aparece la duda del gobierno portugués, que no se decide a decidir ya sobre el modelo del centro o dejarlo para después de las elecciones. Demasiadas prórrogas, puesto que de la cumbre de Zamora salió el compromiso de que el modelo estaría definido antes de que acabara abril. Ahora, ya veremos.