No es a un mundo feliz y utópico al que nos está arrastrando esta vorágine financiera, sino a un mundo infeliz. Cómo se puede explicar que de la noche a la mañana nos hayamos convertido en pobres de solemnidad dentro de un mundo capitalista que permite que unos cuantos desalmados se lo lleven por la puerta principal sin que las leyes se lo impidan?

A dichos individuos en vez de aplicarles la ley se les premia con indemnizaciones multimillonarias por ponernos a la puerta del umbral de la pobreza, pero es claro que ninguno de ellos tiene que ponerse en una cola del Inem sino que se van de vacaciones con el dinero inyectado por los Estados que previamente, han recaudado de los paganinis de siempre; como ejemplo, valga la aseguradora AIG o Lehman Brothers y todos los responsables de las subprimes, que han arrastrado al desplome de la economía mundial. Dicho desplome será pagado como siempre, por trabajadores, pequeños empresarios, pensionistas e inmigrantes, más todos los beneficiarios de prestaciones sociales ya que si no, de dónde sacará la UE los dos billones de euros destinados a rescatar un sistema financiero responsable de este desaguisado. Si a esto no se le pone remedio con políticas diferentes, estos individuos conseguirán lo que no ha conseguido el comunismo en décadas... Acabar con el sistema capitalista.

Juan Barera Jerónimo **

Miajadas