La perspicaz Julia Otero , con esa inteligencia vestida de inocencia que le caracteriza, le pregunta a Manuel Chaves si se encuentra bien, y éste le responde que se encuentra muy bien. Es un alivio. Desde que Enrique Barón nos descubriera que un ministro es un bien de Estado, saber que un ministro, sea de un gobierno de izquierdas, sea de un gobierno de derechas, se encuentra bien, representa una indudable tranquilidad para todos los ciudadanos.

Indaga la entrevistadora sobre la unanimidad a la búlgara del último Consejo Federal del PSOE y el ciudadano Chaves nos desvela que no existe ningún culto a la personalidad, que nada más lejos del estalinismo que este partido socialista, y que se debatió durante treinta hora, aunque se "debatió en la coincidencia". Sobre todo en la coincidencia de las medidas económicas, que son distintas, cuando no contrarias, a las aplicadas por franceses y alemanes que, a estas alturas, deben andar acojonados, por no haber hecho lo que hace el PSOE o Zapatero.

Chaves también nos saca de la ignorancia en la que estábamos sumidos, y somos los que menos impuestos pagamos de Europa. En Francia el salario mínimo es de 1.337 euros y, en España, de 624, pero seguro que los franceses, los pobres, están asados a impuestos, no como nosotros, que a los que les van a meter mano va a ser a los abogados, médicos, ingenieros, catedráticos, magistrados y gerentes de empresas que ganan más de 50.000 euros al años, esos plutócratas explotadores del proletariado, que quieren ganar más que un fontanero sin cobrar el IVA.

Cuando Julia Otero concluye la entrevista, me llama un amigo y me dice que su hijo, ingeniero, está en el paro. Menos mal que Chaves se encuentra bien. Y, eso, tranquiliza.