Pocas dudas hay sobre el destinatario de esta sección después del amerizaje del Airbus A-320 en el río Hudson, en Nueva York: Chelsey Sullenberger , el piloto que hizo una maniobra perfecta, posó suavemente el aparato sobre las aguas y logró que las 155 personas que iban a bordo superaran sin un rasguño una situación, a priori, bien comprometida. Es un héroe. Lo merece.