Sorprende la precisión de Guillermo Fernández Vara tras el encuentro (considerado de reconciliación) con Pedro Sánchez: «Hemos dedicado 5 minutos a hablar del pasado y 2 horas y 25 minutos a hablar del futuro». Como del futuro no se sabe nada y tampoco hay garantías de que exista (en términos metafísicos, entiéndase, que valen lo mismo para la política que para todo lo demás), déjense esas 2 horas y 25 minutos para otra ocasión, exactamente para cuando dejen de ser futuro.

Respecto al pasado, cabe suponer que hablarían del ADN de Sánchez, responsable de sus «cambios de criterio y de su trayectoria política», según le diagnosticó Fernández Vara a mediados de mayo. Y es que 5 minutos dan para poco. Es difícil que también pudiera explicarle, en tan poco tiempo, la razón de que su «modelo de país, de sociedad y de partido no es el del PSOE», según el otro diagnóstico (o más bien pronóstico) que le hiciera en febrero. Fernández Vara, sin embargo, es de verbo rápido y quizá tuviera tiempo de recordarle asimismo, ratificándose, que la lealtad no consiste en «seguirle siempre y tocarle las palmas», aunque fuera el primero en reconocer --al día siguiente de las primarias-- que pediría a los socialistas extremeños que ratificasen a Sánchez y apoyaran el equipo directivo que proponga.

Pero no solo rápido. El verbo de Fernández Vara es también severo, como cuando acusó a Sánchez, entonces secretario general, de «laminar a todo el que discrepaba». Y es un verbo asimismo culto, como aquel «yugularía» que le dedicó cuando «el perfeccionamiento» del artículo 2 de la Constitución para un mejor encaje de Cataluña: «Yugularía el crecimiento de otras autonomías a costa de dirigir la inversión a una comunidad autónoma en concreto», le dirigió a la yugular.

En fin, tratándose de un encuentro considerado de reconciliación, es lógico que solo dedicaran 5 minutos al pasado, en el supuesto de que hablaran de ese pasado, claro. ¿Y de cuál iban a hablar, si no? Del mismo modo que Sánchez necesita que entre él y Fernández Vara haya futuro, también habrá que reconocer que el único pasado entre ellos es el que es.

*Funcionario.