Historiador

De ordinario se dice que no hay peor sordo que el que no quiere oír. Y no hay mayor ignorante que el que no desea saber, ni más ciego que el que no quiera ver.

Así ocurre ahora con el Partido Popular y sus aplaudidores, que están sordos, ciegos, ignoran todo lo que se refiere a la crueldad de la guerra ilegal en la que nos han metido, ensuciando con sangre el nombre de nuestro país.

Pero llega el cinismo de estos virtuosos de la manipulación a extremos asombrosos. Culpabilizan a todo el que se opone a las criminales decisiones de los que siegan tantas vidas en Irak de ser conniventes con las violencias más variadas: con la organización terrorista ETA, con la misma dictadura de Sadam Husein. Incluso, si en las protestas callejeras se producen incidentes condenables por parte de algunos manifestantes, acusan a la oposición política de haber sembrado vientos y recoger esas tempestades .

¿Cómo es posible tanta maldad en su conducta? ¿Cómo ese cinismo depravado de los que en muchos casos son directos herederos de la dictadura que tuvimos en nuestro propio país durante cuarenta años? ¿Y cómo esa objeción de conciencia de los que tan grandes golpes de pecho se han dado, católicos, apostólicos, romanos , que ahora le vuelven las espaldas al Papa que tanto les reconviene? ¿No les sirve que el 80% de los españoles desaprueben su actuación?

Es tan grave, tan intolerable su conducta, que no les queda otro remedio (si tienen un poco de vergüenza) que dimitir, convocar nuevas elecciones, a ver si tienen la confianza ciudadana para seguir participando en la masacre.

Con tanta oposición de todos los demás grupos políticos y tan inmensa mayoría en la calle, no les cabe otra opción decente. Si le apoyaran en las urnas, conscientes todos de lo que hay, no habría otro remedio que aguantarse, aunque nuestra voz siguiera clamando porque se imponga la justicia; en otro caso, la responsabilidad política de la sangre y de los altercados, es solamente suya, y con ella deben pechar, y no desviar culpabilidades para los demás.