WLw as elecciones al Parlamento de Cataluña, celebradas ayer con una preocupante baja de participación (el 57% del electorado, ocho puntos menos que las anteriores del 2003), han sigo ganadas por Converg¨ncia i Unió, el partido de Artur Mas. CiU ha obtenido 48 escaños, dos más que hace tres años. Mientras, el PSC ha sido el partido que más ha retrocedido: ha pasado de 42 a 37 escaños. Prácticamente todo el desgaste del denominado ´tripartito´ lo han sufrido los socialistas, puesto que Esquerra Republicana pierde dos escaños (de 23 a 21), pero sigue siendo clave en cualquier fórmula de gobierno, y Iniciativa per Catalunya sube de 9 a 12 escaños. El PP, por su parte, logra salvar los muebles, porque el temido descalabro se ha quedado en la pérdida de un diputado (de 15 a 14) y surge en el Parlamento con fuerza Ciutadans de Catalunya, el partido creado por intelectuales contrarios al nacionalismo.

El mapa político que dejan las elecciones celebradas ayer no es sencillo. Cualquier salida entraña riesgos, porque una coalición entre CiU y ERC (tendrían mayoría absoluta: 68 escaños) podría enfrentar a los convergentes con Rodríguez Zapatero, a quien necesitan y con el que aspiran a mantener pactos estrechos en Barcelona y Madrid. Y otra solución sería reeditar el ´tripartito´, cuyo fracaso ha sido el causante del adelanto electoral. Empieza una etapa política en Cataluña de mucha finura, precisamente por la victoria insuficiente de CiU.