TLtey del embudo, asimetría argumental, trampas en el solitario propio. O, mejor, el color del cristal con el que se mira. Mejor todavía, el momento en el que se mira, más que el color, aunque también. Todas esas figuras sirven para reflejar la pésima calidad del debate político y mediático.

Repasemos el famoso cuento de los tres peritos. Se les ensalza cuando denuncian una supuesta manipulación documental por parte del Ministerio del Interior y se desatan las lenguas glosando la gravedad de un eventual delito de falsedad en documento oficial. Pero cuando un juez les interroga y luego les acusa de ser ellos los que pueden haber incurrido en ese delito, el problema se reduce a si dicho juez es competente o no.

Entonces ya nadie habla de lo grave que es, efectivamente, la manipulación de un documento por parte de un funcionario. De repente, una cuestión formal, la referida a si un juez es o no competente para entender de determinado asunto, se convierte en el centro del debate. Cuando luego se decide que no lo es, se les ensancha la sonrisa a quienes habían llamado al magistrado de todo menos bonito cuando osó cambiar la carga de la prueba hacia los denunciantes de un supuesto delito de falsedad documental.

Quienes centraron el debate en esa cuestión formal sobre la competencia o no del juez Garzón son los mismos que se irritan por la formal exculpación del jefe de Seguridad del PSOE en el famoso asunto del chivatazo . No sabemos si avisó realmente o no al etarra que iba a ser detenido, que es el fondo de la cuestión, pero lo cierto es que queda formalmente exculpado por falta de pruebas.

Dicho sea, también a efectos dialécticos, como otra prueba de que la ley del embudo o la falta de simetría argumental también se practica del otro lado. Tenía razón Mariano Rajoy al acusar a Zapatero de escudarse en un juez para no responder a la pregunta del millón: ¿pero hubo o no chivatazo? Los de enfrente se escudan con las mismas en una cuestión de competencia judicial para rehuir la otra pregunta del millón: ¿pero falsearon o no los peritos el informe que aparecía como documento oficial en un periódico? La posterior dimisión del mencionado jefe de seguridad del PSOE es tomada por unos como la prueba evidente de que tenía algo que ocultar. Pero si la dimisión es del director general de Urbanismo de la Comunidad de Madrid, por supuestas irregularidades urbanísticas, la misma gente dice que son razones personales. No sé si me explico.

*Periodista