TFtue el papa Pío IX quien, durante la década de los 70 del siglo XIX, indignado e intolerante con el nacimiento de la Italia unificada, que le recortaba poder político, territorial y espiritual, promulgó una encíclica que proclamaba que casi todo era pecado (el liberalismo, el marxismo, el socialismo) y condenaba al fuego eterno a los infelices que transgredieran la norma vaticana. No creo que hablara de la perversidad de la homosexualidad, porque todo lo que no se veía, todo lo que estaba más o menos oculto, no existía para una sociedad hipócrita. Vicios privados y virtudes públicas.

Ha llovido mucho desde la condena papal, pero podríamos reseguir sin dificultades un hilo de continuidad histórica que acaba desembocando en actitudes retrógradas como la representada por el italiano Rocco Buttiglione , que opta, como candidato del grupo popular europeo, al cargo de comisario de Justicia, Libertad y Seguridad de la Comisión Europea. Buttiglione proviene de la extinta democracia cristiana y no ha tenido reparo en formar parte de un Gobierno presidido por un personaje tan turbio como Berlusconi . En cambio, le horrorizan los homosexuales, responsables, además, de dejar a las pobres mujercitas sin hijos y sin protección. En una muestra de benignidad y caridad cristiana, ha comentado que la homosexualidad, aunque sea pecado, no es un delito. Es decir, que gays y lesbianas irán al infierno, pero no a la cárcel. Si se me permite la expresión, aunque yo sea atea: !Dios mío, en manos de qué personal estamos!

*Profesora de Historia